
En 2011 y bajo la dirección de Steven Soderbergh, se estrenó la película «Contagio», cuyo argumento gira en torno a una situación imaginaria que se produce «cuando Beth Emhoff regresa a Minnesota de un viaje de negocios a Hong Kong, ella le atribuye su malestar al cambio de horario. Dos días después, Beth muere y los médicos le dicen a su esposo que no saben la causa de su muerte. Pronto, otras personas empiezan a mostrar los mismos síntomas y surge una pandemia global. Los doctores intentan contener al microbio letal, pero la sociedad empieza a colapsarse cuando los fanáticos de una bloguera provocan una paranoia» (https://www.20minutos.es/cine/cartelera/pelicula/31578/contagio/). No cabe duda. Parece que su guionista, Scott Z. Burns, fue un visionario que supo anticipar y recrear a través de la ficción, lo que hoy es una realidad aunque, de hecho, la historia está basada en el brote de otro virus, el Nipah (VNi), cuyo huésped natural es el murciélago frutero de la familia Pteropodidae, género Pteropus, detectado por primera vez en Kampung Sungai Nipah, Malasia, en 1998.
No hace aún dos meses, las noticias se referían a la epidemia de coronavirus en la ciudad china de Wuhan, una localidad que nos parecía muy lejana que nos obligó a muchos a recurrir al mapa para saber dónde estaba ese lugar del que muy pocos habíamos oído hablar. ¡Pobres chinos! -Pensábamos cuando los veíamos con mascarillas, haciendo colas en los supermercados- Días después llegaban imágenes de policías que obligaban a la población a permanecer recluidos en sus domicilios, a trabajadores fumigando trenes, autobuses o metros mientras cientos de grúas, día y noche, trabajaban sin parar para levantar un hospital con más de 1000 camas…!Pobres chinos¡…Pensábamos de nuevo…Pero China está muy lejos y al igual que sucede con otras cosas en la vida, eso no nos podía suceder a nosotros…Así que le echamos sentido del humor y llenamos las redes con memes y chistes que nos han hecho reír a todos… Se nos olvidaba que en este mundo globalizado las distancias se han acortado y difuminado las fronteras y que el virus, ya bautizado como COVID 19, proseguía su viaje desde las lejanas tierras de la antigua Catai, las mismas que el veneciano Marco Polo recorriera allá por el siglo XIV, de cuyas bondades dejó testimonio en sus conocidos relatos…
Con el paso de los días las voces llegadas desde China se fueron acallando mientras comenzaban a resonar otras más cercanas: las de nuestros hermanos de Italia… Lombardía, Veneto y otras regiones del norte iniciaban su aislamiento y en Milán, se producía una estampida de personas que intentaban abandonarla por cualquier medio. Muchos, seguramente, ya alojaban y transportaban al perverso huésped …Hoy por hoy, mientras aquellos ‘pobres chinos’ remontan la pandemia y se preparan para retomar la rutina cotidiana, dispuestos a levantar el país con la misma disciplina con que lo detuvieron, Europa se convierte en epicentro pandémico en alza y, aunque tarde, como en el caso de España, casi todos los países declaran el ‘estado de alarma’…Nos preparamos para lo peor… Comienza así, la normalización de la excepcionalidad…
Se nos ha pedido colaboración y corresponsabilidad. Es un deber compartido. Todos debemos cuidar de todos, especialmente de los sectores más vulnerables: enfermos y mayores. Se nos pide solidaridad y sacrificio por el bien común. No es momento para individualismos y en este sentido tropezamos con la falta de pedagogía social sobre todo entre los jóvenes muchos de los cuales, aún a estas alturas, continúan de espaldas a la realidad. Enganchados a las redes sociales y a los móviles última generación, alentados por adultos irresponsables que les animan para que disfruten de alguna que otra fiesta, no son pocos los que pretenden sacar réditos y aprovechar la coyuntura y sev acercan a tal efecto a las urgencias a fin de retar al personal -agotado y hasta el cuello de trabajo- exigiendo se les realice la prueba del coronavirus. Y en el caso de dar positivo obtener la instantánea que, una vez subida a instagram, facebook o twitter, les proporcionará un considerable aumento de seguidores y un subidón de popularidad…

La cultura y la educación son esenciales a la hora de tomar decisiones e influye enormemente en la percepción de la realidad de cada persona. Es por esto que un occidental y un asiático no perciben el mundo de la misma manera. Los occidentales, dignos herederos del pensamiento cartesiano, gustamos practicar la programación y la previsión mientras los orientales valoran la improvisación y las ‘argucias sociales’. Un occidental recurre más a los ejemplos…un oriental a las metáforas…A los asiáticos se les inculca una fuerte conciencia de colectividad y, por ende, de la disciplina,. Nosotros, somos más individualistas y laxos. En general, ellos tienen una mayor conexión con la naturaleza, tienden a pensar dos veces las cosas antes de llevarla a la práctica, son tenaces y constantes, menos expresivos en el ámbito emocional y, probablemente, más espirituales y menos religiosos…Así que sí, el pueblo chino y oriente, en general, puede que tenga algo o mucho que enseñarnos…
Es hora de arrimar el hombro, de remar en la misma dirección, de apoyar… No es el momento de hacer demagogia, ni electoralismo. Así que Pablo Casado, te sobró la mitad de la intervención y a tu líder emérito, el que todo lo sabe, modélico y ejemplar, híbrido a mitad de camino entre la tierra y el cielo, más allá del bien y del mal, le han faltado agallas para quedarse en Madrid y ha sido el primero en salir huyendo para refugiarse en Andalucía Comunidad, a la que, por cierto, se han desplazado algunos desde diferentes lugares, buscando acomodo, sol, terrazas y playas como si de unas vacaciones se tratara…Pedro Sánchez, nos hace falta valentía y decisión…No se te juzgará por lo que hagas mal o bien, sino por lo que no hagas…
Como ciudadana #YoMeQuedoEnCasa. Al gobierno pido firmeza, severidad y valentía para tomar las medidas necesarias por drásticas que sean. Al personal sanitario, farmacéutico y demás trabajadores que nos proveerán de lo necesario para supervivencia cotidiana, mi gratitud y reconocimiento…
Únete al movimiento #YoMeQuedoEnCasa y participa de una amplia agenda cultural llena de posibilidades que te ayudaran a mitigar la cuarentena (https://www.trendencias.com/arte/asi-puedes-unirte-al-yomequedoencasa-cultural-visita-museos-madrid-moverte-sofa)
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