El país bajo un ‘coma inducido’…

#YoMeQuedoEnCasa

Así seguimos y seguiremos un poco más…Hoy el país amanece bajo los efectos de un ‘coma inducido’… Continuamos con bandera roja, con las playas vacías, las calles desiertas. En las ciudades ninguna actividad: ni ida y venidas de trabajadores, ni niños y niñas que vayan a la escuela… Como pequeñas islas, cada uno en su casa, inmerso en un silencio ensordecedor…entregados a nuevas tareas y quehaceres, intentando cultivar el alma, al tiempo que nos preservamos de este virus que nos acecha, nos amenaza y nos mantiene separados de nuestros seres queridos a quienes añoramos cada día un poquito más…

En un artículo publicado ayer en El País, el filósofo Emilio Lledó reflexiona sobre la crisis de coronavirus <https://elpais.com/cultura/2020-03-28/emilio-lledo-ojala-el-virus-nos-haga-salir-la-caverna-la-oscuridad-y-las-sombras.html>. Su razonamiento muestra una enorme coherencia acorde a su noble oficio, dando muestra a la par de una sabiduría propia de quien ha vivido largo y ancho, esa sabiduría que no se aprende, se aprehende y adquiere tras haber recorrido un tramo importante del total de nuestras vidas. Emilio Lledó nos regala algunos extractos del pensamiento de los clásicos: desde el mito de la cavernas de Platón a la política de Aristóteles, pasando, a propósito, por la concepción de la ‘polis’ griega para señalar que su único fin no fue otro sino el ‘bien común’… El periodista añade por su parte, que mientras realiza la entrevista telefónica, el filósofo camina de una lado a otro de su casa, una actividad ligada al acto mismo de pensar, recordando que a los discípulos de Aristóteles les llamaban ‘peripatéticos’,es decir, ‘los que pasean’…En eso nos hemos convertido: en seres pensantes que caminan o seres caminantes que piensan…Dos tareas a la que, como colectividad pero individualmente, el virus nos ha abocado . Y casi todos deambulamos de una lado a otro en nuestras casas, mientras compartimos nuestras inquietudes, pensamientos y deseos con nuestros seres más próximos…La entrevista no tiene desperdicio, por el contrario, anima a repensar y revisar cuanto acontece a nuestro alrededor e invita a bucear en nuestro interior…

No dejo de oír, ni de leer e incluso de decir yo misma, que esta crisis aportará cosas buenas.Por eso, las posibles bondades de la pandemia (de momento sólo futuribles) se proclaman a diestro y siniestro junto a los informes diarios, supongo que para compensar, para que no perdamos la fe ni decaiga el ánimo, un poco más mermado cada día…Así, los medios de comunicación se afanan para que al despertar nos lleguen los ecos de la enorme ola solidaria que recorre nuestro país en forma de aplausos, donaciones, prestaciones y voluntariados diversos…Sin embargo, en el reverso del bien, encontramos el mal porque, como sabemos, toda tesis tiene su antítesis…De ahí que la pandemia sea el caldo de cultivo ideal para que indeseables sin escrúpulos ni conciencia, se aprovechen de la vulnerabilidad de los más débiles, con el fin de robar y lucrarse. Iñaki Gabilondo hace unos días aludía a estos ‘elementos’ clasificándolos en tres grupos: los ‘imbéciles’ que intentan saltarse las normas de confinamiento domiciliario con absurdas tretas; los ‘graciosos’ que se entretienen difundiendo bulos y noticias falsas solo por hacer la gracia y los ‘delincuentes’, carentes del más mínimo sentido de la ética, dispuestos a sacar tajada estafando a los más desesperados… De todos ellos, según Lladó, el más peligroso es el ‘imbécil’, sobre todo cuando a la imbecilidad suma el poder… Eso da miedo, mucho miedo porque hay mucho imbécil por ahí suelto…

¿Que el gobierno improvisa? A lo mejor…Si algún político inteligente tiene una buena idea que levante la mano y la diga…Nadie estaba preparado para esto, ni los unos, ni los otros, ni los de en medio…Quiero creer que quienes gobiernan son los primeros interesados en acertar y colocarse la medalla y por eso quiero pensar que algo harán bien para luego, cuando esto pase, darle en las narices al contrario…Por eso desearía de todas esas mentes pensantes que por una sola vez dejaran de mirarse el ombligo y pensaran, por una sóla vez, en los ciudadanos y ciudadanas, en los ancianos, en los niños, en las mujeres que ‘duermen con su enemigo’, en los internos e internas de nuestras prisiones, en los inmigrantes, en los sin techo, más solos y desvalidos que nunca…Y si tienen una idea mejor, no se la guarden…Sería una irresponsabilidad de la que algún día tendrán que dar cuenta…

Así estamos y así seguiremos un poco más, ahora bajo el ‘coma inducido’ para nuestro propio bien… Y aunque me cuesta, he de reconocer que, más allá de la preocupación, visualizo cómo el miedo de los demás tropieza con el mío propio… Y no sé cuál de los dos me asusta más…