Sobre los ‘oráculos’ y la ‘Sibila…’

La Sibila Cumana

Mi casa se llama ‘La Sibila…’ La Sibila representa el arquetipo de la profetisa en la antigüedad. Aunque hubo varias las más conocida fue la de Cumas. Según parece estas mujeres «poseyeron una reconocida facultad de desentrañar el futuro para profetizar acontecimientos de toda índole. Fueron descritas como muy longevas, con vidas aisladas y misteriosas, que habitaron lugares poco accesibles como grutas o sitios escondidos, posiblemente cercanos a cursos de agua. Sus palabras o predicciones, realizadas casi siempre en estado de trance, eran originadas por consultas de los visitantes…» Gozaron de gran prestigio en el mundo pagano tal vez por eso el cristianismo las incorporó muy pronto a su imaginario, sobre todo en las ceremonias que festejaban la llegada del solsticio de invierno que la Iglesia asimiló en un sincretismo muy eficaz…

El caso es que a mi me llamó poderosamente la atención que en un período tan antiguo de la Historia y, tratándose de mujeres, se reconociera públicamente su sabiduría y su capacidad de predicción en aquellas sociedades en las que las féminas eran poco valoradas más allá de la maternidad o como objeto sexual…La palabra sibilina/o, sinónima de enigmático, misterioso o esotérico, deriva su contenido semántico de estas ‘mujeres’ empoderadas en el arte de auspiciar acontecimientos venideros… Fruto del sincronismo antes mencionado ha quedado plasmado en la pintura renacentista que, dicho sea de paso, rescató los temas mitológicos y los puso de moda. La techumbre Capilla Sixtina pintada por Miguel Ángel siguiendo los criterios temáticos del Papa Julio II, es un buen ejemplo. La bóveda de medio cañón representa un conjunto que recoge nueve escenas del Génesis, los ignudis, cuatro historias del Antiguo Testamento (en las pechinas) y en los huecos triangulares las figuras de los profetas y Sibilas representados sedentes en tronos de mármol…

Sibilas y profetas

Toda esta información despertó mi admiración por las Sibilas. Existieran o no su rastro resulta imposible de ignorar y ahí quedaron eternamente inmortalizadas compartiendo la grandeza de una obra que no distingue géneros, por el contrario, Sibilas y Profetas son representados por igual. Después de la saturación religiosa del medioevo el renacimiento desvió la mirada del cielo al suelo para enfocar la belleza de la naturaleza. Más allá de la belleza física, cada Sibila aparece representada resaltando su identidad de mujer culta y sabia junto al resto de personajes, en una composición que entremezcla lo sagrado y lo profano, lo divino y lo humano…Por eso cuando llegué a esta casa pensé que sería un bonito nombre, aunque lo único que tenía en común con las Sibilas era considerar que esta casa sería mi ‘gruta’, mi ‘cueva’, un lugar donde cobijarme después de un período agitado y confuso…

Mis hijos también tuvieron algo que ver porque cuando eran pequeños y me adelantaba a ‘adivinar’ la travesura correspondiente antes que sucediera, predecía sus posible errores o anticipaba la versión verdadera de alguna mentirijilla, ellos me miraban sorprendidos creyendo que poseía ciertos ‘poderes’… Quiénes sean padres o madres comprenderán que sólo era fruto de ‘haber sido cocinera antes que fraile’ y de su propia inocencia que me lo ponía muy fácil… Cuando se hicieron mayores me despojaron de tales poderes y me ‘humanizaron’…Afortunadamente…Y enseguida pasé a ser una madre terrenal y mundana aunque ‘intuitiva’. Mi hija, a quien me une una relación de confianza, confidencialidad y complicidad, ha destacado siempre mi habilidad para percibir y comprender de manera inmediata las cosas sin necesidad de que medie la razón. Me considera una mujer intuitiva y es por eso, que ante cualquier acontecimiento importante me pregunta ¿mamá tú cómo lo ves? ¿qué ‘punto’ te da? ¿qué pálpito?… Supongo que las veces que acerté lo hice por puro sentido común, el caso es que poco a poco aumentó mi caché…

Pero la verdad es yo nunca me sentí Sibila más allá de mi pasión por el conocimiento o de las adivinanzas futuribles facilonas por aquello de ‘verlas venir’… No obstante, por motivos que no vienen al caso, cierto aire sibilino ha rondado alguna etapa de mi vida que discurrió entre enigmas (entendiendo este término como ‘enunciado de sentido artificiosamente encubierto para que sea difícil de entender o interpretar) y algún que otro misterio ‘sin resolver’… De Sibila tengo, tal vez, esa cualidad de confidente, de persona que presta oído y hombro…Nada más lejos de mí que la ‘sabiduría’, una aspiración que, no obstante, apenas va más allá de la que todos alcanzamos con la edad…Respecto a los ‘oráculos’ solo espero que, de vez en cuando, alguno sea auspicioso y me permita disfrutar de pequeños deseos y placeres compartidos en la intimidad…Del futuro sólo me preocuparé cuando llegue…Que así sea…