Interferencias…


Según el diccionario, Interferencia es: 1.- Alteración o perturbación del desarrollo normal de una cosa mediante la interposición de otra que puede llegar a resultar un obstáculo 2.- Señal que altera la recepción de otra…Luego hay otras muchas acepciones coloquiales como veremos…
Fotografía: mp_dc

Hace unos días mientras hacía cola -cosa muy común en estos tiempos- dos o tres personas delante de mí, de mediana edad, conversaban sobre la actualidad: que si las vacunas, que si el gobierno de aquí, que si ‘el del moño’ (tal cual lo decía uno de ellos), que si Madrid, que si la cuestión catalana…Cansancio, hartazgo, incredulidad y desánimo son los calificativos que podrían definir el tono del diálogo… Hasta que uno de ellos mencionó la palabra ‘interferencia’. Tuve que controlarme, la verdad, porque sentí el impulso de intervenir. Y pensé en todos los tipos de interferencias a las que se referían aunque lo primero que fluyó a mi cabeza fue el recuerdo de mi infancia…Un sin fin de instantes vividos que me regalaba la memoria acudieron hasta mí como una ráfaga. Una galería de imágenes dulces, gratas y amables de un tiempo en que todo escapaba a mi control y la vida se mostraba ante mí larga y ancha como un paraje de infinitas posibilidades que apenas había comenzado a explorar…

A quienes pertenecen a mi generación la palabra ‘interferencia’ les retrotraerá a la infancia o adolescencia porque entonces, a esa líneas diagonales o verticales que atravesaban las pantallas de las primeros televisores en blanco y negro, les llamábamos así: interferencias…Era horrible y desesperante cuando la imagen se interrumpía cada dos segundos sesgada por esas líneas, a la par que comenzaba a bajar y a subir una y otra vez hasta que perdías el hilo del programa y lo dejabas por imposible. Los televisores tenía unos botoncitos detrás muy incómodos y sensibles que, con suerte, tino y paciencia, alguna que otra vez lo arreglaba. Yo preguntaba siempre a mi padre considerando que él era capaz de solucionarlo todo. Él siempre respondía muy serio: eso es que hay ‘interferencia’. Nosotros nos conformábamos y ahí se quedaba todo hasta la próxima…Sin embargo, a pesar de no tener la solución, yo seguía creyendo que mi padre podía con todo y tenía todas las respuestas por difíciles o complejas que fueran…Pasados los años mis hijos pensaron lo mismo de mí y entonces comprendí que aquella incondicionalidad era común a la mayoría de los hijos…

Al pensar en las ‘interferencias’ de la TV también recordé que sólo había dos canales: UHF y VHF. El más visto era el primero. El otro era un canal un poco intelectualoide de documentales y cultura al alcance de los frikis de entonces, aunque no sé por qué nadie confesaba su adicción…En fin en aquel tiempo había poca oferta para el gran público, una sin ir más lejos, así que las familias vivíamos sin rivalidades por el control del mando de la tele… Frase retórica porque, como ya sabemos, las teles de entonces no tenían mando… En general todo funcionaba de otra manera e incluso había censura por parte de los padres que, por norma, nos enviaban a la cama cuando salía ‘Cleo y sus hermanos’ cantando aquello de ‘vamos a la cama que hay que descansar…’ o cuando la peli o la serie tenía dos rombos…

Pero no eran estas las interferencias de las que hablaban aquellos señores de la fila. Ellos se referían a esa continua transversalidad que subyace en cualquiera de los discursos de cualesquiera de los actores o agentes sociales, sobre todo, de nuestros gobernantes. Hablen de lo que hablen todo acaba en una confrontación carente de autocrítica. Todos ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio. Se han acostumbra a pronunciar frases construidas con consignas previamente acordadas y palabras vacías de significado que, lejos de intentar aclarar o resolver, conducen a una confusión que les beneficia. Las interferencias llegan canalizadas por diferentes vías: la prensa, la TV, las redes sociales, los medios de comunicación en general… Unos afirman lo que otros desmienten y al revés, hasta que al final es difícil discernir la verdad o adivinar quien la dice. Por eso la incredulidad se va instalando poco a poco en nuestro común imaginario y crece la desafección y la desesperanza al tiempo que se desvanece la fe en quienes nos gobiernan…

El ruido de fondo no cesa y lo peor es que lo estamos incorporando y normalizando. Dentro de poco ya no lo oiremos…Esto me recuerda una anécdota personal. Hace ya algunas décadas, Sevilla comenzó a peatonalizar el centro liberándolo de tráfico. La llamada ‘conquista del peatón’ representó una ganancia para la ciudad: el entorno del casco histórico ganó espacio para turistas y transeuntes en general además de liberar suelo para terrazas y facilitar el acceso a bares y comercios. La primera vez que estuve allí con mis hijos tras estas reformas, mi hijo mayor me dijo: ¿oyes mamá? Le devolví la pregunta:¿qué tengo que oír? El silencio, contestó… Entonces me di cuenta. Estábamos tan acostumbrados al ruido que ya no nos molestaba. Tuvimos que aprender a disfrutar del silencio en las calles hasta entonces repletas de coches, taxis, autobuses y sus correspondientes sonidos de claxon…Entonces como ahora el ruido confunde. Por eso vivimos en la confusión, una confusión provocada adrede tal vez porque no interesa que escuchemos con claridad de ahí las voces disonantes, discordantes y fuera de tono…

Interferencia también significa estorbo, interrupción, intromisión, injerencia, cruce…Estorbo de quienes piensan y opinan diferente de esos otros que quieren regresar al pasado y tienen la osadía de llamarlo ‘libertad’. Interrupción por parte de quiénes resultan ser enemigos de avanzar hacia la igualdad en sentido amplio y hacia la ruptura definitiva con el pasado incluyendo a las instituciones obsoletas, desfasadas y decadentes…Intromisión de los que pretenden hacer proselitismo con el engaño, la estafa, el fraude… Injerencia y mangoneo por parte de quiénes se aferran al poder para perpetuarse, esos que no tienen escrúpulos en actuar bajo cuerda, jugar sucio o comprar votos… Cruce entre partidos y personas porque consideran que todo es susceptible de mercadeo e intercambio para poder ganar…

Y en general se llama interferencia a la ‘alteración o perturbación del desarrollo normal de una cosa mediante la interposición de otra que puede llegar a resultar un obstáculo…’ ¿A que les suena?

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2 comentarios sobre “Interferencias…

  1. Siguiendo con el paralelismo televisivo, cuando comenzaron las teles privadas, surgió la populista Telecinco que compraba audiencia a base de telebasura (mamachichos y similares) Ahora en política tenemos esa misma “interferencia”. Los políticos compran votos a base mensajes que son las mamachichos de turno. Populismo 2.0.
    Un saludo.

    Le gusta a 1 persona

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