De ‘Canciller’ a ‘mutti’ Merkel…

 «Para muchos, es la mujer más poderosa del mundo, se ha ganado ese título a pulso. La señora Merkel ha demostrado que la política no es una profesión donde llegan los que fracasan en otras áreas; ella ha dignificado el oficio». (David Bitan, CNN)
Fotografía mp_dc

La foto de la cabecera es de mi archivo personal (no es buena porque es una foto de otra). De hecho el dedo que señala la pantalla es el mío. La fotografía se tomó en Berlín allá por la Navidad de 2010. En aquellos días la TV alemana retransmitía el tradicional discurso navideño. Por entonces ya me caía bien esta señora y por eso me hicieron una foto con la cara pegada al televisor…Una réplica de la que me hubiera gustado y que resultaba imposible claro… No obstante, como todo depende del cristal con qué se mire, yo regresé contenta de ‘mi foto virtual in situ’ con la Merkel…

Tan poderosa como respetada, tan respetada como querida (los alemanes la llaman ‘mutti’, ‘mamá’) la lideresa alemana, que podría representar un nuevo paradigma respecto a la igualdad de genero, ganó la Cancillería en 2005, un año también marcado a fuego en mi vida personal. Como anécdota diré que tengo en mi haber dos coincidencias con ella: el signo del zodíaco -ambas somos cáncer- y el 2005 como comienzo de una etapa de inflexión en mi trayectoria vital y, en su caso, política, en la que ha sabido demostrar su firmeza, determinación e inteligente proceder hasta escalar las más altas esferas de poder. Por todo ello y, aunque ideológicamente está fuera de mi espectro político, no solo me cae bien sino que despierta mi sincera admiración, razón por la que le dediqué otro post durante la pandemia titulado, La otra cara de Angela Merkel… – lapensadoragaditana.blog

Pues bien, tras 16 años como Canciller y 21 al frente del Partido Democrático Alemán, Ángela Merkel se jubila, abandona la política tras una brillante carrera dejando tras de sí una estela de éxitos, de aciertos y errores, que ponen en evidencia su capacidad para liderar y gobernar en lo bueno y en lo malo, incluyendo los momentos decisivos de nuestra reciente historia: verbigracia crisis económica y la pandemia por covid-19. La Merkel constituye un claro exponente de gobierno carismático que se aleja años luz del estereotipo de mujer sujeto a los diversos cánones en los que se pretende encasillar a las féminas, sobre todo a quienes padecen tan alta exposición social y mediática.   

Nacida el 17 de julio de 1954, hija de un pastor luterano y una profesora, estudió Química en la Universidad de Leipzig en la que se doctoró con una tesis sobre ‘química cuántica’ en la que obtuvo sobresaliente. Después se trasladó al Instituto Central de Química Física de la Academia de Ciencias en Berlín, para doctorarse en 1986. El tema de su disertación fue: «El cálculo de las constantes de velocidad de las reacciones elementales en los hidrocarbonos simples». La tesis fue calificada como magna cum laude…”De acuerdo con la normativa de los doctorados dentro de la academia, la solicitud de doctorado debía ir acompañada de la prueba de que las candidatas habían profundizado y ampliado sustancialmente los conocimientos del marxismo-leninismo («M-L») adquiridos durante sus estudios. Merkel presentó como prueba el trabajo titulado ¿Qué es un modo de vida socialista?”.

Militante de la Juventud Libre Alemana, la Cancillera comenzó su verdadera implicación política tras la caída del muro de Berlín (1989) incorporándose al nuevo partido Despertar Democrático con el que participó en las primeras elecciones democráticas de la República Democrática Alemana que la llevaron a ocupar la viceportavocía del nuevo gobierno electo y, más tarde, el Ministerio para la mujer y la juventud en el Gobierno del canciller federal Helmut Kohl. Posteriormente fue jefa de la oposición hasta que ganó la presidencia en las elecciones de 2005, cargo que ha venido desempeñando hasta la actualidad.

“Wir schaffen das”, ‘lo vamos a conseguir’. Esta ha sido la frase estrella que perdurará en la memoria colectiva y pasará a la historia. Fue pronuncia por la mandataria tras el comienzo de la crisis migratoria y los desplazamientos de miles de personas desde Siria, Irak o Afganistán. Grandes masas de refugiados  llegados hasta el viejo continente, anunciaban una crisis humanitaria sin precedentes y sin que Europa mostrara una cara más  amable. Una situación ante la que Merkel mostró su capacidad y peso político anunciando que los alemanes abrirían sus fronteras a los refugiados al tiempo que animó a Europa a que sumara sus esfuerzos. Esta decisión comenzaría a desvelar su lado más humano oculto tras una identidad, a primera vista, fría y seria que, no obstante, se deshiela ante el sufrimiento humano…

Entre sus errores los expertos señalan: las relaciones con Rusia, la falta de interlocución con EE.UU, la reducción del papel de la UE como socio comercial para el país norteamericano y también para Rusia y China y la no aceptación de Bulgaria y Rumanía a la zona Schengen supone una traición a los valores que supuestamente se promueven desde Bruselas…

Los analistas y politólogos la definen como una lideresa seria y pragmática que ha tenido que afrontar crisis tan relevantes como la económica global de 2008, la de refugiados de 2015 y la de la covid crisis que, aunque suelen pasar factura política, en su caso ayudaron a reforzarla gracias al apoyo de la población alemana. No obstante, también se ha criticado su posición ambigua respecto algunos acuerdos comerciales con China o EE.UU, al tiempo que la reconocen como peso pesado en el marco de la Unión Europea y en la geopolítica mundial , espacio en el que ha sabido actuar como interlocutora inteligente con acceso a un ámbito (el mundial) dominado por hombres.

Poco se sabe de su vida privada, ámbito que ella ha sabido preservar y mantener a salvo construyendo un hermético muro en su entorno. Nada se ha filtrado sobre su matrimonio o sus hijastros y demás familiares. Preguntada sobre estos aspectos, afirma: «Puedes estar contenta si consigues mantener buenas relaciones con todas las partes». Entre las pocas cosas que conocemos de su vida personal se sabe que en su casa suele hacer “el streuselkuchen, la típica tarta alemana de migas, con poca cobertura. Y que cocina roulada mientras escucha La Traviata. Que para estar por casa y en los vuelos largos suele ponerse vaqueros y chaquetas de punto. Que le gusta pasear. Que se siente muy a gusto en el valle suizo de Engadina, y en la isla napolitana de Isquia, y en el Tirol del Sur. También le gusta el tango. Y adora a Wagner…” Y respecto a su marido, a quienes la prensa señala como el ‘hombre de las 13 palabras’, las únicas pronunciadas en unas declaraciones que lo definen como un hombre prudente, que ha dado la talla y ha sabido acompañarla con inteligente discreción…

La Cancillera disfruta sus últimos días como política asistiendo invitada por algunos líderes europeos, a numerosos actos de reconocimiento, como el que protagonizó recientemente en Yuste, Cáceres, donde fue recibida por el Rey y demás representantes políticos y se le entregó el ‘Premio Europeo Carlos V’, acto que tuvo como escenario de fondo el Monasterio donde dicho Monarca vivió retirado hasta que falleció…

La vida de Ángela Merkel ya no será la misma. Aunque para empezar ya se le ha ofrecido el ‘desempeño de un nuevo oficio: el de detective’. Oficio que ejercerá en la ficción, entre las páginas de una novela que podría ser la primera, quien sabe, si de una futura colección o serie…La ocurrencia nació en la mente del escritor David Safier que la ha adoptado como protagonista de la novela titulada: Miss Merkel. El caso de la Canciller jubilada: «Dirigió Alemania con mano firme. Ahora no le temblará el pulso para resolver un caso de asesinato…Cuando un noble de la zona aparece muerto, una chispa se enciende en Angela: por fin se topa con una situación que necesita ser resuelta y que requerirá de toda su inteligencia. El barón ha sido encontrado en su castillo, la habitación estaba cerrada desde dentro…y hay seis sospechosas» (Sinopsis contraportada). El éxito parece estar garantizado a tenor de los 189.000 ejemplares vendidos…

Nadie imagina qué hará Merkel después de abandonar la política, ni siquiera la propia Merkel, que preguntada por la prensa comenta: «Dormiré un poco, pasearé por la naturaleza y pensaré qué es exactamente lo que quiero hacer..» ¿Dije inteligente? Añado sabia…

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