«Citius, altius, fortius…»

Fotografía: mp_dc

Cuando era pequeña me hicieron creer durante un tiempo en la existencia del ‘ángel de la guarda’. Una especie de ‘guardaespaldas invisible’ que me vigilaba, me prestaba atención continua y evitaba ciertos desastres personales. No sabría decir hasta dónde se supone que llegaba su cobertura, pero como todas las niñas y niños de mi generación, creí en su existencia durante algún tiempo y me sentí a salvo de ciertos peligros. Con el paso de los años sobrevino el desencanto y la incredulidad. Y, más tarde,  cuando tuve mis propios hijos y trabajaba en la enseñanza, aunque continuaba sin creer en la figura del ‘ángel custodio’, llegué a pensar que una especie de halo sobrenatural protegía a los niños en general, cristianos o no, porque los patios de recreo encierran cientos de peligros y que todos los alumnos regresen a las aulas sanos y salvos, con frecuencia, representa un auténtico ‘milagro…’En esta era tan convulsa, no estaría mal contar con un ‘ser protector’ -alado o no- que nos protegiera o al menos que una aureola de esperanza nos envolviera y acompañara…

Y hablando de milagros, puede que también lo sea sobrevivir en estos tiempos tan desapacibles, plagados de incógnitas e inquietudes. Un tiempo de lucha de ‘egos’, de competitividad, de zancadillas, de trepas y de retrógrados consumados, empeñados en gobernar desde el anacronismo y las políticas de regresión. Que el ‘altísimo’ nos libre de aquellos que invocan la memoria de líderes nacionalistas y derrocan sin pudor cualquier vestigio de los contrarios, aquellos a quienes despectivamente se refieren como ‘rojos comunistas’, cuyos nombres se esfuerzan en borrar…

El presente es complicado, complejo, incierto y pleno de incertidumbres. A muchos nos preocupa la guerra, la economía, la salud y también que proliferen los Trump(s), los Bolsonaro(s) o los Putin(s)–aunque tal vez no en este orden- problemas a los que sumamos nuestras preocupaciones e intereses particulares de ahí que, según los últimos informes de la OMS, en España, una gran parte de la población tenga dificultades para conciliar el sueño y haya ascendido el porcentaje de personas con depresión. Y no es para menos. Cuando nuestros líderes políticos, responsables de las grandes decisiones salen al paso, una oleada de indignación recorre nuestros cuerpos, porque reducir la guerra civil a una ‘pelea de abuelos’ es no saber ni papa de historia y afirmar que la izquierda la está liando en Madrid solo porque faltan ’34 médicos’, es tener una mirada excesivamente reduccionista, actuar de muy mala fe y no saber hacer las cuentas. Y es que los políticos, por sí mismos, saben lo que saben y el resto se lo soplan al oído –hasta las citas- un puñado de expertos que se pasan el día investigando, atentos a las noticias, diseñando estrategias, preparando intervenciones y discursos… Por eso deberían dejar la historia en manos de los historiadores y la medicina en manos de médicos y especialistas…Desgraciadamente hay mucho ‘Procusto’ suelto que piensa peligrosamente: ‘quiero que te vaya bien, pero no tanto como a mí…’ o ‘cuanto peor, mejor…’

¿Que quién era Procusto? Según la mitología griega era un bandido que tenía una posada en una colina solitaria de la región de Ática en la que ofrecía albergue a los viajeros solitarios. Allí llevó a cabo los más horrendos crímenes. Así, cuando los viajeros se dormían, los ataba a una cama de hierro y si eran más altos les cortaba los miembros y si eran las bajos los estiraba con el fin de que se adecuaran al tamaño de su cama…Y así vivió día tras día hasta que se tropezó con Teseo, quien invirtió el juego e invitándole a comprobar su propio tamaño, una vez que se hubo echado en la cama, lo ató y le cortó los miembros y la cabeza…Vamos que lo adaptó a su propio molde…Eso es lo que algunos intentan, no adaptarse a los nuevos tiempos sino adaptar los tiempos a las viejas ideas…Establecer una sola norma, modo o criterio: el suyo.

Dijo Galeano que ‘el futbol es lo más importante de las cosas menos importantes de la vida’. Será por eso que aunque todo vaya muy mal, siempre llega alguna noticia futbolera que acaba rebajando la tensión y distrayendo a una parte del público, siempre dispuesta a desviar la atención para no calentarse demasiado el coco… Es lo que sucede estos días con la retirada de Gerard Piqué, de la que se está hablando una y otra vez siempre a final del resto de noticias…Me pregunto si acaso no será así intecionadamente…

Y sin embargo, no todo son malas noticias: los rusos se retiran de Jersón. El futuro gobierno de Lula en Brasil prosigue con los trámites de la transición y Trump, que se las prometía muy felices y anticipaba los buenos resultados de los republicanos en las legislativas, tal vez tenga que plegar velas por lo menos, de momento…Cosas de la vida…

Reescribiendo la Historia…

«La presente Ley tiene por objeto reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales».(Ley de Memoria Histórica, art. 1)

A la derechona valiente y a la derechita cobarde le salen ronchas cuando se trata de la ‘memoria histórica’. Es un capítulo vetado. No aceptan ‘pulpo’ como animal de compañía. Cero a la tolerancia cero. Así que pasan por encima de los miles de muertos ejecutados por orden de algún que otro general franquista, como fue el caso de Queipo de Llano en Andalucía. Por el contrario pretenden hacer la vista gorda ante la masacre, nada más y nada menos, que de 40.000 víctimas…De ahí que sus principales líderes pongan punto en boca y callen (recuerdo que el que ‘calla otorga’)  o salgan rápido a decir que es mejor preocuparse por los vivos, que a los muertos hay que dejarlos reposar en paz… Y yo me pregunto ¿a qué muertos se refieren?  ¿Descansarán en paz los ejecutores después de semejante tropelía? ¿Habrá paz para los malvados?

Mucho -demasiado diría yo- estamos tardando en saldar las cuentas pendientes. Eliminar privilegios anexos a condecoraciones y cargos. Prebendas concedidas al calor de la sangre inocente derramada. A las derechas católicas, apostólicas y romanas no les bastó ganar guerra y humillar a los vencidos durante los 40 años de dictadura, sino que pretenden seguir haciéndolo sin mostrar el más mínimo respeto o pudor por quienes fueron asesinados con crueldad, injustamente…Afirman que lo mejor es callar por los muertos pero tal vez sea mejor hablar por los que aun viven…

Esta semana, sin embargo, se hizo justicia en Sevilla y, por ende, en Andalucía. La salida de los cuerpos se produjo, tal y como se había vaticinado: cuando la Macarena vistiese el luto por el día de los difuntos. Y los féretros salieron sin más protocolo que el estrictamente necesario, sin manifestantes, sin discursos, en la soledad y el silencio de la noche, ante la presencia de unos pocos familiares y periodistas de ambos bandos que quisieron actuar como testigos presenciales del cierre de este capítulo de la Historia.

Todo comenzó hace apenas unos días, cuando el pasado 24 de octubre, el secretario de Estado de Memoria Democrática envió una carta Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena, trasladándole la orden de exhumar los restos mortales del General junto a los de su esposa y de Francisco Bohórquez, dando cumplimiento así a la Ley de Memoria Histórica. La respuesta fue contundente: “A partir del 1 de noviembre, cuando la Virgen se vista de luto, la exhumación será inminente” . Y así ha sido. Aunque en  el seno de la Hermandad parece que hubo alguna que otra discrepancia, en general, se ha experimentado cierto alivio tras la salida de los cuerpos, con gran pesar por parte de las familias implicadas que ven cómo se retiran injustamente (según ellos) los honores y preeminencias disfrutados desde 1951.

Desde ahora en adelante, el suelo del Camerino de la Virgen aparecerá cubierto con una alfombra.

Para conocer muy por encima la condición de este sujeto en cuestión, baste tirar de archivo y recordar las numerosas perlas de Queipo animando a matar a los rojos y violar a las rojas, ambos castigos merecidos por republicanos, por estar en el bando contrario, pasando por alto que en muchos casos no hubo elección porque muchos se despertaron un día en territorio contrario al nacional, etiquetados y obligados a defenderse de sus propios hermanos, amigos y familiares.

Antes como ahora, los medios de comunicación se utilizaron como instrumento de difusión y, en este caso, de adoctrimnamiento. Y el general franquista puso la radio al servicio del régimen : “sus charlas se oían por todo el país, y durante esos quince a veinte minutos diarios, Unión Radio Sevilla acaparaba toda la audiencia española”. Las soflamas de Queipo fueron muy numerosas, más de 600 en aproximadamente ocho meses en los que puso voz a un odio visceral hacia los republicanos. El conocido ‘virrey de Andalucía’, en sus alocuciones radiofónica animaba a “perseguir a los rojos como a fieras, hasta hacerlos desaparecer a todos” y sobre todo alentaba a los soldados para que violaran a las mujeres: “Después de todo, estas comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen”

No obstante, junto a Queipo han reposado los restos de un segundón: Francisco Bohórquez Vecina,  mano derecha y brazo ejecutor del General. ¿Qué sabemos de él?

Natural de Ubrique “era el auditor encargado de ratificar las sentencias de los tribunales militares creados en tiempo de guerra en nuestro país”. Aunque más desconocido, fue quien aprobó todas las sentencias ordenadas por Queipo. Según afirma el historiador Francisco Espinosa: “Al final de cada sumario, siempre aparecía su firma y justo debajo la de Queipo”. Fue Bohorquez quien acercó al General a la Hermandad de la Macarena e hizo que fuera nombrado Hermano Mayor Honorario.

Entre sus muchas intervenciones merece destacar la venganza llevada a cabo contra el último alcalde republicano de su ciudad, Ubrique. Para ello removió Roma con Santiago, manipulando hasta que consiguió encarcelarlo en Sevilla, instruyéndose un juicio sumarísimo en su contra, dictándose procesamiento y auto de prisión el mismo día. Apenas dos días después se celebró el Consejo de Guerra en el que fue acusado de saqueos y asesinatos, por lo que se le fue imputado el delito de rebelión militar siendo condenado a muerte. Fue Bohórquez quien aprobó la pena máxima contra el alcalde que fue fusilado el 24 de febrero de 1937.

Francisco Bohórquez fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Ubrique y dio nombre a una de sus calles, honores que le fueron retirados en 2006.

A la espera quedan otros tres generales: José Antonio Primo de Rivera, Moscardó y Milan de Bosch. El Ministerio de Defensa trabaja para que sus restos sean exhumados, dando cumplimiento así a la Ley de Memoria Histórica…

Discurso de Queipo de Llano

Lamentatrices, lloronas y plañideras…

Muy sentida es la muerte cuando el padre queda vivo. (Séneca)

Como todos los años por estas fechas, nos disponemos a celebrar el Puente de Todos los Santos y el día de los Difuntos. La DGT advierte sobre un posible record de desplazamientos que cifra en 6.600.000. Hoteleros y hosteleros en general, ya se frotan las manos pensando en la llegada de una nueva oleada de turistas que, para variar, ocuparán nuestras costas a la caza y captura de los últimos rayos del sol de un ‘veroño’ que se resiste a acabar…

Tradicionalmente son fechas para recordar a nuestros seres queridos ausentes a los que visitamos en los cementerios. Se limpian las lápidas, se renuevan las flores, se reza, se llora quizá…Los camposantos, vacíos el resto de año, se llenan de gente, de murmullos entremezclados con un trasiego de flores entrecortado con los restos del aroma de la cal típica de mi tierra. No obstante cada año, el día de los difuntos se anticipa más y más para no coincidir con muchos y para cumplir con el ritual antes de marchar a pasar unos días de asueto. El puente y el buen tiempo proporcionado por el cambio climático, ha conseguido que la fiesta pierda la intensidad tradicional para imponer nuevas reglas de juego llegadas al calor de un evento tan ajeno como el Halloween: calabazas, disfraces, ‘truco o trato’ / ‘susto o muerte’ a las puertas de casa y fiestas para adultos por doquier…

A quien suscribe esta fecha la traslada a la infancia, al mercado de mi ciudad -abierto mañana y tarde durante el puente- en el que me visualizo con mi madre y mi abuela. Veo los puestos adornados: pollos, huevos y verduras representando diversas escenas. Recuerdo que hacía algo de frío o llovía porque llevo botas de agua. Entonces, aunque tardaba un poco, noviembre era un mes particularmente lluvioso. Mi abuela me compraba frutos secos: castañas, nueces, almendras, piñones y yo me sentaba en la puerta con los demás niños a golpearlos y comerlos. Curiosamente, como nunca he sido de dulces, no recuerdo ninguno en particular aunque seguro que también los había en casa. También recuerdo a las mujeres vestidas de negro, luciendo un largo período de luto que se prolongaba durante uno o dos años, según cada caso. En aquel tiempo el negro inundaba los cementerios, repletos de huérfanas y viudas de luto riguroso o el medio luto que dejaba insinuar el gris o retazos de banco sobre negro…

Durante generaciones esta tarea y otras que forman parte de rituales relacionados con la muerte, han estado ligado a las mujeres. Ellas, a solas con los difuntos, se encargaban de preparalos, de vestirlos y amortajarlos mientras los lloraban en privado y en público. Ya en el Antiguo Egipto apareció el oficio de plañideras o ‘yerit’, pues era un tubú manifestar tristeza en público, de ahí que se contratasen mujeres para desempeñabar este rol social que se transmitía coo el de matrona o hechicera, de madres a hijas… También en la Antigua Roma existieron las suplicantes, lloronas o plañideras conocidas como ‘praeficas’ que acompañaban a la comitiva funeraria elevando o descendiendo el tono de los lamentos según el momento…

Según el «Libro de las lágrimas» de Heather Christle, «El sistema lagrimal se desarrolló por primera vez cuando los peces se convirtieron en anfibios terrestres. Dejamos el agua y empezamos a llorar por el hogar que habíamos abandonado». Sea como fuere por alegría, por miedo, de risa o por tristeza, llorar es un acto que nos acompaña desde el nacimiento y sin embargo es una capacidad vinculada a la debilidad, a la fragilidad y, por ende, asociado a las mujeres. No es ningún secreto que las emociones se han sexualizado y por eso a los hombres de mi generación les enseñaron que ‘llorar es de nenas’. Y por eso el digno oficio de plañidera ha sido propio de las mujeres que dignificaron el llanto como manifestación del dolor en general y por los difuntos en particular.

Las plañideras se expandieron desde la antigüedad y con ellas sus llantos y sollozos. En la Ilíada, Homero describe a Hécabe, madre de Héctor, arrancándose los cabellos ante la muerte de su hijo, o el llanto de las Ninfas por el padre de Andrómaca y el de las Nereidas en el funeral de Aquiles. El profeta Jeremías, en el Antiguo Testamento, menciona a las ‘lamentatrices’ de la nación hebrea, cuando Judá e Israel fueron tomadas por Nabucodonosor: “Atended, llamad a las lamentatrices, que vengan; buscad a las más hábiles en su oficio” (Jeremías, 9:17).

En la cultura cristiana el llanto ha quedado singularmente plasmado en la figura de la Magdalena y de María, la Virgen, aunque durante siglos evitó que las mujeres se reapropiaran del llanto como una realidad intríseca al género: “En España, las constituciones sinodales de Sevilla prohibían a la viuda e hijas del difunto la asistencia al entierro para evitar que llorasen” 

No obstante hasta mediados del siglo XX hubo plañideras en España, particularmente en los pueblos, donde a cambio de una módica cantidad. ofrecían sus lágrimas en los funerales. A modo de actrices trágicas preparaban el papel a desempeñar empapándose de la vida del difunto o difunta y, sentadas alrededor del féretro sollozaban, cosa que pueden recordar quienes vivan en las Rías Baixas, donde alcanzaron gran propularidad las conocidas ‘choronas’.

También el África Occidental, en Dahomey, cuando alguien va a morir, todas las mujeres de la familia se reúnen para lanzar sus lamentaciones a las que siguen los hombres y los niños. Y en América Latina aún pueden verse a algunas mujeres de negro, con un pequeño libro en las manos, llorando por alguien a quien no conocen…

En fin, con el correr de los años, las costumbres se han relajado y junto a la fiesta de los ‘fieles difuntos’ convive la ‘fiesta de los vivos’, aquellos que celebran la vida y burlan la muerte, haciendo alarde de lo que otrora dijo Cicerón: «La vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos». Que así sea…

Sincronías…

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Pablo Milanés: Coincidir…

Apenas dos semanas sin escribir y ya echaba de menos pasar por aqui, por el blog. Primero un viaje y luego una gripe, me han mantenido alejada de una de las actividades cotidianas que mayor placer me proporciona: escribir. Pero, a veces, (en realidad, muchas veces) una tiene que aceptar que no se puede luchar contra ‘los elementos’. Abatida por la fiebre, no me ha quedado otra que rendirme y dejarme llevar, cual trozo de corcho sobre el agua, impulsada por los fenómenos naturales y confiando en la sabiduría de la naturaleza, hasta desembocar, de nuevo, en esta ‘habitación propia’, dispuesta a sacar adelante esta nueva entrada…

No obstante, todo tiene su lado positivo. Porque estos días me dejaron al margen de lo cotidiano, sí, pero lo cotidiano ha incluido también permanecer al margen de la actualidad política y económica y, sobre todo, de la guerra de Ucrania…Estas y otras son sincronias que nos acechan. Simultaneidades. Coincidencias…Nos pasan muchas cosas a la par y a veces todo se nos mezcla sin que seamos capaces de separar. Tengo la sensación de que pasamos un poco por alto esta realidad. Tal vez por aquello que comentaba en otro post de vivir en un mundo ‘líquido’, ‘fluido’, al que nos adaptamos constantemente a velocidad de vértigo. Por ejemplo recuerdo que las primeras instantáneas de la guerra nos sacudieron. Por eso abrimos rápidamente nuestras fronteras geográficas para dejar entrar al pueblo hermano y nuestros corazones para acoger refugiados. Por eso nos conmovimos con la imagen de la ‘maleta’ en medio de la calle y la familia muerta a tiros alrededor…Hasta que un mes después nuestras retinas ya se habían habituado y nuestros ojos miraban atentos pero fríos…

Esta es la realidad que nos ha tocado vivir y cuesta gestionarla sobre todo si tienes una cierta inclinación hacia lo que, a grandes rasgos, se entiende como ‘justicia social’, precisamente por el alto grado de ‘injusticia’ que dicha realidad lleva implícita…

Pero no este el tema del que quiero hablar, aunque todo es concomitante, concurrente, simultáneo, sincrónico…La guerra me come demasiado la moral. Me asusta. Me hace sentir impotente y, sobre todo, despierta cierta violencia interior contra sus más inmediatos responsables y el resto de aliados…Pero sucede al tiempo que suceden otros hechos, como este otro que pasaré a comentar sobre una noticia de la que ayer se hizo eco la radio. Noticia que, primero, moviò mi curiosidad para después transformarse en una enorme decepción respectto al género humano, fuente inacabable de aprendizaje…Les cuento…

Resulta que en la Feria del Libro de Frankfurt 2022, el pabellón español ha sido Invitado de Honor bajo el lema ‘Creaticidad desbordante…’ El evento, celebrado entre los días 19 y 23 del corriente, parece que está teniendo gran éxito y ha contado con un amplio programa cultural del que tanto escritores como editoriales, se están beneficiando a todos los niveles. Hasta aquí todo bien, normal, previsible…Bien, pues según parece, entre otras actividades, se ha promocionado una iniciativa consistente en la puesta en marcha de la redacción de un ‘poema colectivo’ en el que cualquiera puede participar (digo puede porque la iniciativa continua hasta mañana) accediendo a través de la página universalpoem.com. Para rematar la idea, los versos son transcritos en tiempo real por un robot -una especie de plóter o brazo escritor- cuyo extremo delinéa las palabras trazadas con un clásico ‘boligrafo bic‘….

A bote pronto, la inciativa no solo me parece fantástica sino origianal, quizá porque escribir poesía me impone mucho respeto y admiración hacia quienes poseen ese don. De ahí que la idea de poder colaborar con un verso suelto tecleado desde mi modesto ordenador, para después ser lanzado a ese espacio difuso que es la red, al tiempo que un brazo robótico, lo transcribe con el bolígrafo que mejor puede identificar a mi generación, me pareciera a priori realmente genial. Por eso me decicí a participar con un modesto verso de no más de 70 caracteres…

Así, dispuesta a participar, entré en la citada página, para inmediatamente llevarme las manos a la cabeza… Porque lo que vi más que poesía, me recordó la imagen de buitres sobrevolando los restos de un cadáver…Pues resulta que un grupo de internautas ha aprovechado este espacio para volcar sus reivindicaciones políticas, cosa que han llevado a cabo sin ningun tipo de escrúpulos. Entonces recordé la pulcritud de los poeta, su sensibilidad… El arte de cultivar palabras amorosamente envueltas y trazadas con cariño y rigor…

Como en el circo: pasen y vean…

Poco me queda que añadir y a los hechos me remito. Aprovechar esta iniciativa para convertirla en un foro reivindicativo o en un pozo donde vomitar ideas de todos los colores, no tiene justificación… Y no, no todo vale, porque no todo es política, ni todos los espacios se pueden politizar…

Aún así, entre los 43.934 versos escritos en este momento, mi verso suelto es lanzado a la red, imparable, para que circule a la espera de ser transcrito por un boli bic-azul…Y a pesar de los pesares, este hecho en sí, ya me parece poético…

La llamada de la selva…

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Aunque este post versará, en cierto modo, sobre evolución y progreso, evitaré entrar en jardines que no controlo. Por eso no voy cuestionar ni disertar sobre Darwin, Mendel o cualquiera relacionado con las teorías sobre la evolución. Pero lo que parece actualmente incuestionable es que nosotros (la especie humana) y los simios procedemos de un antepasado común: el Ardipithecus ramidus, del que se encontraron restos parciales de un esqueleto femenino anterior al de la conocida ‘Lucy’. Sí, Nos guste o no compartimos orígenes con los chimpancés…Cosa que no debería extrañarños porque, a veces, resulta demasiado evidente…Tal vez por eso, a algunos ‘machus ibericus’ les quede el remanente del ‘grito de la selva’ como recurso de atracción de la alguna ‘hembra’. Ya verán por qué…

Afortunadamente (o no, según se mire), hombres y mujeres, somos más inteligentes y capaces de aprender. Aunque la historia haya sido muy parcial en esto y no nos haya tratado bien, a nosotras, las mujeres, relegándonos desde tiempos remotos a la ‘cueva y a sus alrededores’, son evidentes los logros conseguidos, sobre todo, en los últimos tiempos. Por eso sería justo decir que nosotras hemos progresado, renovado, avanzado y que muchos hombres no se han movido e incluso han retrocedido (no todos, que conste). Como prueba, cada día la actualidad nos ofrece todo un repertorio de titulares relacionados con mujeres destacadas en diferentes ámbitos: ciencia, política, artes, cultura… Tras milenios y siglos de lucha, aquí estamos, conquistando espacios impensables en otra época. Protagonizando la historia en primera persona. Que se lo digan si no a la vicepresidenta Calviño, cuya intervención en el Congreso esta semana, puso en pie a toda la bancada del gobierno que aplaudió el zasca monumental atizado a VOX en la persona de Espinosa de los Monteros. La política tecnócrata-conservadora, en opinión de algunos expertos, estuvo rápida en una réplica contundente en la que repasó las diversas medidas adoptadas por el ejecutivo desde que comenzara la crisis energética y la guerra de Ucrania…

Así es. Vamos avanzando aunque tal vez no al ritmo deseado…

No obstante y muy a nuestro pesar, existen grandes brechas entre unos países y otros. La primera y más profunda entre oriente y occidente. Aquí es donde me siento afortunada y doy gracias por estar en el lado privilegiado. Gracias a quien sea que deba dárselas por ser occidental y europea…La vida en el otro lado -oriente- es complicada, represiva, injusta y cruel. Si naces hombre te salvas. Si naces mujer estás condenada y tu vida puede transcurrir bajo la tiranía de un velo (si es impuesto y no libremente elegido) o un burka. Un uso rígido en las normas del vestir, sometido a leyes inventadas e interpreadas por hombres que ejercen un férreo control sobre las féminas, normas que pueden desembocar en hechos deleznables como ha sucedido con Mahsa Amini, la joven iraní que dejó asomar bajo su hiyab un mechón de pelo que le costó la vida.

Aquella chispa desbordó el vaso y, desde ese día, no han cesado las manifestaciones a cara tapada o descubierta en Irán, epicentro del terremoto feminista, cuyos ecos se han dejado sentir en el mundo…Y no es fácil para las iraníes salir a la calle y manifestarse. Lo que para nosotras es un derecho que nos permite ataviarnos con nuestros símbolos (color morado, pancartas…) y gritar consignas de manera pacífica al ritmo de batucadas, para ellas, en cambio, representa arriesgar la propia vida pues el gobierno iraní cuenta con un cuerpo denominado Policía de la Moral que tiene a las mujeres en el punto de mira.  

Allí, en oriente, los hombres también suelen jalear a las mujeres con el ‘grito de la selva…’.

Por eso no es exagerado afirmar que las iraníes se juegan la vida cada vez que salen a la calle. Y por eso, en reconocimiento a su valentía y en solidaridad con su justa causa, alrededor de 50 actrices, entre ellas Marion Cotillard, Juliette Binoche e Isabelle Adjani compartieron videos en sus redes sociales cortándose el cabello a modo de protesta. Gesto que realizó en directo la diputada sueca Abir-Al Sahlani, quien se unió a la causa cortándose el cabello en tribuna durante una sesión. Aquí, en España, “un grupo de manifestantes ha aplaudido a varias mujeres que han roto pañuelos este jueves frente a la Embajada de Irán en Madrid en una concentración convocada por Amnistía Internacional para protestar por la muerte de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini”.

Mahsa Amini, según testimonio de un grupo de médicos independientes, murió en la cárcel, a consecuencia de los golpes recibidos el pasado 16 de septiembre…La lucha por la libertad y la igualdad continúa… Otros dicen que murió de una enfermedad que ya padecía…(¿versión oficial?).

A estas alturas del post, con referencias de sobra conocidas por todos y todas, en la plenitud de la sororidad y abrumados ante semejante trato hacia las iraníes, los medios de comunicación nos sorprenden con una noticia, a su vez ilustrada con un video, que contiene imágenes del Colegio Mayor “Elías Ehujas”, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid. Un centro masculino donde por la módica cantidad de casi 1200 euros al mes, se alojan estudiantes universitarios de clase media-alta, esa que tanta simpatía despierta al gobierno de dicha Comunidad, la misma que se puede beneficiar de las becas justificadas por Ayuso… Pues bien, la noticia recogía los hechos acontecidos al son del famoso ‘grito de la selva’ –putas ninfómanas- protagonizado por el ‘gallo del gallinero’ (así se denominan ellos) y coreado por el resto de polluelos, más bien, de cachorros de ‘neandertales’ en celo (con perdon para los neandertales…).

Según parece es una tradición que los alumnos de este centro, a principios de curso, dirijan ciertos cánticos a las chicas del colegio Mayor Santa Mónica, situado justo enfrente. Tradición celebrada desde hace décadas, que ha degenerado en un canto vejatorio, machista e insultante no ya para las alumnas de Santa Mónica sino para las mujeres en general…

Entonces me dio por pensar en esos ‘machotes’, ‘pecho lobos’ de ‘sangre caliente’, porque es posible que alguno, dentro de unos años, acabe en la carrera judicial, sea ministro, un reputado cirujano, un investigador, un padre de familia, un periodista o escritor aunque sea mediocre…Y la verdad, da un poco de yuyu que hombres así ocupen las instituciones y pululen por los espacios públicos de nuestros país, ensuciándolos con su hipocresía y machismo…

Pero si sorprendente fueron estos hechos, más lo ha sido la defensa a ultranza de las supuestamente agraviadas, quienes han defendido a capa y espada a sus vecinos, alegando que para nada se sienten ofendidas, que son bromas, códigos de conducta que no van más allá. Y lejos de sentirse insultadas, acosadas o amenazadas, se sienten seguras y afirman estar protegidas por ellos porque son ‘sus amigos’

Esta “pensadora” se queda atónita, no da crédito… No sé qué me produce mayor estupor, si que me jaleen con el ‘grito de la selva’ o que chicas jovenes no reconozcan ni condenen un comportamiento machista…¡Manda ovarios!

Búhos, alondras y el «canto del gallo…»

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Mucho se ha dicho y escrito sobre el sueño y los sueños. Desde Calderón de la Barca que habló de la vida y sentenció que ‘los sueños, sueños son’ en ese profundo monólogo de Segismundo, pasando por Freud que fue más allá para adentrarse en la mente humana, apostando por la interpretación onírica…A partir de aquí la disertación podría continuar desde diferentes ángulos y perspectivas…

Según la RAE, el término ‘sueño’ tiene tres acepciones: 1.- Acto de dormir 2.- Ganas de dormir 3.- Acto de representarse en la fantasía de alguien, mientras duerme, sucesos o imágenes. Sobre soñar despierto no se dice nada… El caso es que necesitamos dormir y es una realidad que con la edad suelen aparecer ciertos cambios en los hábitos del sueño. A este respecto existe la creencia popular sobre el número de horas que corresponden según franjas de edad, observándose que conforme nos hacemos mayores se necesita dormir menos, cosa que, a decir de los estudiosos, no es así. Lo que sucede en general es que con el paso del tiempo se pierde dicha capacidad y el sueño se altera e interrumpe, a veces, por la falta de actividad o a consecuencia de la medicación, por estados de ánimos o pérdidas…

Esta curiosa reflexión me viene a la cabeza tras la lectura de un artículo de Juan José MIllás sobre el insomnio. Un análisis pormenorizado, basado en datos científicos y en la propia experiencia, sobre las consecuencias que acarrea para quienes que lo padecen y, a consecuencia de lo cual, según el autor se veran abocados a vivir las noches inmersos una ‘pseudovida noctámbula’, imaginada por Millás, que acontece mientras el resto del mundo descansa. El artículo constituye una reflexión que invita a pensar, sobre todo, si hemos tenido la oportunidad de vivir alguna que otra noche en blanco, mientras los demás duermen a pierna suelta a tu alrededor…El escritor desgrana los diversos escenarios testigos mudos a esas horas intespectivas, explicando que, aunque nos despertemos en el mismo entorno donde vivimos de día, todo parece mutar durante la noche a lo que añade el acompañamiento de un silencio sepulcral que se mastica, apenas interrumpido por algunos ruidos, el maullido de un gato o el paso de algún coche…

Según los entendidos a lo largo de nuestra vida nos vamos decantando hasta quedar, finalmente, inscritos en uno de estos dos grupos: las alondras o madrugadores y los búhos o noctámbulos, preferencia conocida como ‘cronotipo’, que nos viene predispuesto o condicionado por la genética, el ambiente donde vivimos, la exposición a la luz solar o el horario de comidas y de actividad física. En opinión de algunos expertos lo ideal para rendir al máximo sería adaptar nuestro cronotipo al trabajo y al resto de nuestras actividades pero no es así. Tal y como está organizada la sociedad los alondras no lo pasan tan mal, son los búhos quienes llevan todas las de perder por razones obvias, pues experimentan un continuo conflicto entre los horarios marcados por sus genes y los del trabajo. De manera que podría decirse que viven sujetos a un permanente ‘jet lag social’, por lo que suelen necesitar recuperar descanso los fines de semana…

Mucho han cambiado las cosas en la cultura del sueño, al menos, en occidente. Para empezar actualmente las ciudades –tan ruidosas durante el día- se silencian durante la noche lo que, a priori, facilita el descanso. Pero esto no siempre ha sido así, pues los núcleos urbanos en la antigüedad eran muy ruidosos como testimonian algunos escritores y poetas, por ejemplo los hispanos Marcial y Séneca. El primero se quejaba de los ruidos constantes de la populosa Roma de la que, dice, se marchaba a menudo a su ‘casa de campo’, suponemos que más silenciosa. y menos estresante…Séneca se quejaba igualmente de los ruidos porque vivía justamente encima de unos baños públicos… Y no fueron los únicos. En general muchos se quejaban del traqueteo de los carros y algunos documentos de época romana afirman que eran tantos y variados los sonidos que podrían conseguir incluso despertar a Druso, cónsul romano, conocido por la profundidad con que dormía…

Y muy relacionado con el sueño tenemos el canto del gallo, que funcionó a modo de despertador in illo tempore, cuando las horas venían marcadas por los ciclos naturales y las labores del campo. El cacareo matutino indicaba que estaba a punto de comenzar la jornada, cacareo que, a decir de los estudiosos, es debido a un reloj interno que anticipa al gallo la llegada del amanecer. Al parecer, casi todos los animales tienen ciclos diarios de actividad que se conocen como ‘ritmos circadianos’. Aunque según Takashi Yoshimura, coautor de un estudio especializado en relojes biológicos en la Universidad de Nagoya, “nadie [ha] demostrado experimentalmente la implicación del reloj biológico en este conocido fenómeno”. Sea como fuere, los gallos cumplieron un papel, digamos que social -anterior a la invención de los despertadres- a lo largo de la historia. Un ejemplo de su cotidianeidad se comprueba en las palabras de Jesucristo a su discípulo Pedro, en Mateo 26:69-75: «Antes que cante el gallo, me negarás tres veces». Y así fue…

Finalmente, y como curiosidad, comentar lo que sucedió en la ciudad de Síbaris, la ciudad del placer, antigua colonia griega situada en el golfo de Tarento, en el Mar Jónico. Dicha ciudad, gracias a la gran cantidad de recursos con los que contaba y al desarrollo del comercio con las localidades vecinas facilitado por su enclave geográfico, se convirtió en un importante centro comercial en el que sus habitantes disfrutaban de un alto nivel de riqueza además de gozar de un gran desarrollo urbanístico. No obstante, los gobernantes de Síbaris  prohibieron  el establecimiento de oficios productores de ruidos como herreros, toneleros, constructores o criadores de gallos. Y es que  la gran urbe concedía el derecho de ciudadanía a todos sus habitantes, lo que dio lugar a la llegada masiva de emigrantes, mano de obra abundante que contribuyó a su pujanza, a lo que se suma que sus dirigentes eludieron la participación en el arte de guerrear, entregándose a vivir como auténticos ‘sibaritas’ disfrutando del lujo y el placer (de ahí la semántica del término). Fue por esta razón que se denegó la cría del gallo, para que los moradores pudieran descansar tras largas noches de fiestas hasta el amanecer… Una idea brillante que las personas- búhos de Síbaris, sin duda, agradecierían…

Crónica de un verano «normal…»

Fotografía: mp_dec

Se dice que este ha sido el primer verano «normal» después de la pandemia…Verano, que según los meteorólogos y climáticamente hablando, ya ha dado paso al otoño… Otra cosa es lo que nos dice la realidad o la experiencia. Porque el calor continúa acechando aunque, por medio, se crucen algunas borrascas. Personalmente estoy encantada pues, sin eclipsar un ápice de mi identidad andaluza, presento cierto ramalazo nórdico que me decanta por el gusto de las estaciones invernales -dias grises y lluviosos incluidos-, por la paleta de otoño con sus marrones y ocres o el fresco de las mañanas y las tardes más cortas…Me encanta el olor de la casa a chimenea encendida o el aroma a tierra mojada y unos pies bien calzados con calcetines de lana… No es lo usual aquí, lo sé. Quiero suponer que esa ráfaga de pequeños placeres que inclinan una parte de mí hacia costumbres norteñas, no debería resultatme del todo extraño pues, he de confesar, según tengo entendido, que mi abuela paterna era vasca y mi primer apellido hunde sus raíces en la región cántabra de Trasmiera… En fin, a lo que voy y sin más preámbulos: declaro que estos días de ‘veroño’ (mitad verano, mitad otoño) me siento extraña en mi propia casa. Será por el tiempo, será porque más de un mes atareada y acompañada me han dejado un ligero sabor a nostalgia y una pizca de añozanza. Nada que en breve no pueda superar… O eso espero.

Por otro lado, estos días tambien me estuve preguntando cómo retomar el blog, desde qué otra perspectiva una vez abordada la personal… Y pensando en el tema para este nuevo post me acordé de la profecía vaticinada que nos ha acompañado estos meses. Profecía anunciada desde diferentes altavoces tanto nacionales como internacionales, procedentes de las diversas esferas de poder (económica, política) y actores sociales, que nos afectan como colectividad. Ese rum rum que nos están soplando continuamente al oído como miembros de nuestra nación y como ciudadanos del mundo, anunciando un duro invierno y la necesidad de cambiar nuestra cultura energética…

Este aviso o advertencia, por otro lado tan insistente, que ha sonado de fondo durante todo el verano sobre ‘lo que está por venir’, ha llegado de la mano de la guerra de Ucrania y de la presión rusa sobre el control de gas…Y eso que ha sido un verano súper, con casi el 100% de ocupación hotelera. Aquí en mi ciudad no cabíamos: de 80.000 que somos habitualmente, pasamos a 200.000, por poner un ejemplo…Lo que me lleva a pensar dos cosas: o bien el Gobierno quiere poner el parche antes que salga el grano, es decir, prevenir, o bien exageran asustándonos para que luego resulte menos grave y así se apunten el tanto… El caso es que tenemos una ocasion de oro para la solidaridad y los gobiernos tendrán que emplearse a fondo, reinventarse y evitar que los solidarios sean siempre los mismos…La clase trabajadora ya ahorra energía sólo por el mero hecho de no poderla pagarla ¿Qué harán los ricos? ¿Segurán poniendo la lavadora y la calefacción a tutiplen? ¿Cómo se les controlará?

Y ya metidos en harina, en mi opinión la actividad política no ha cesado y se percibe un cierto tufo electoral… A pesar de las vacaciones los ministros se han dejado ver, alternando entrevistas y declaraciones, todos repitiendo el mismo mensaje: ‘cuidado que viene el lobo’.

A nivel nacional ha llamado mi atencion, la reciente noticia sobre Toni Cantó, por entonces director de la Oficina del Español, anunciando que dejaba el cargo… Y digo que llama mi atención por la ‘cara dura’ y el abuso, no por la relevancia. Este hecho ya ha quedado diluido, pues el sr. Cantó, con todos mis respetos, es irrelevante desde que concluyó la serie «7 Vidas» que le dio mucha popularidad…De momento no se aclaró nada más. sobre dicha renuncia. Mutis por el foro… Pero enseguida, los periodista curiosos y sabuesos, delataron lo que había detrás. Y resulta que ficha por una TV privada (7NN) para hacerse cargo como presentador de un nuevo programa en la parrilla de la próxima temporada…Da la impresión que el actor metido a político se ha cansado del interpretar el papel de director del chiringuito, tal vez porque le venía grande o tal vez, simplemente, porque la pela es la pela nen…Sea como fuere, parece que protagoniza una nueva trasición desplazándose peligrosamente hacia la extrema derecha, pues dicha cadena es afín a VOX. Primero vistió el ‘rosa’ con Rosa Díez, luego el ‘naranja’ con Albert Rivera, recientemente el ‘azul claro’ con Isabel Ayuso y ahora parece que marca tendencia hacia el verde Abascal… Que no se diga que el actor no es versátil ni toca casi todos los palos…

En el ámbito internacional, apenas hace una semana, falleció la Reina Isabel II. En su última aparición se la veía una simpática anciana que inspiraba cierta ternura, una mujer longeva cuyo reinado ha sido determinante, clave, en la historia de Gran Bretaña. Con ella se cierra una parte importante de la historia del siglo XX, de cuyo reinado y personalidad algo hemos conocido gracias a series como The Crown. Sobre ella se ha dicho y escrito mucho estos días, así que solo comentaré lo que más llama mi atención de la cultura británica: por un lado, el respeto y profundo afecto que la realeza despierta en su pueblo a pesar de todos los escándalos y por otro, el ferreo protocolo conservado impoluto, intacto e inmutable, a punto de cumplir casi un milenio de historia…

Parece que el nuevo monarca, Carlos III, no goza -según las encuestas- de las simpatías de su madre ni de las de su hijo. Para empezar y, como se ha visto en la Proclamación y en las exequias, el Rey ya ha mostrado gestos poco delicados e incorrectos durante la firma de documentos que tuvieron lugar durante los actos, al querer hacerse hueco en la mesa o tras mancharse los dedos de tintas, gestos que se han hecho virales y han tenido diferentes interpretaciones… Su Majestad debe tener presente que vivimos en una sociedad visual, en la que nada escapa al ojo del espectador…También dice mucho de él que no esperase a enterrar a su madre para despedir a más de cien personas a su regio servicio… A la luz de los testamentos nobiliarios, la historia demuestra que en el pasado a los servidores se les valoraba la lealtad por los años de servicio y eran tenidos en consideración, teniendo en cuenta que algunos pasaban toda su vida sirviendo a la misma familia. La frialdad con que ha tratado Carlos III esta cuestión, da que pensar sobre su personalidad y carácter…La historia lo juzgará en el futuro.

Y esto es casi todo, o más bien una parte, de lo sucedido este primer verano «normal» post pandemia. El nuevo curso se presenta incierto y plagado de incógnitas, cuya gravedad y repercusiones solo el tiempo y la Historia desvelarán…

Mientras, sencillamente vivamos…

De vez en cuando la vida…

Imagen: mp_dc
De vez en cuando la vida…(J.M. Serrat)

Así, como quien no quiere la cosa, ha pasado más de un mes desde mi última entrada…Por entonces me despedía anunciando una ‘buena nueva’: la boda de mi hija, que ya se celebró hace apenas una semana, aunque el tiempo nos engañe y parezca bastante más lejana…

El acontecimiento vino precedido de un verano tan ilusionante como tórrido. Días de luz y de calor que hemos ido viviendo despacito… Con la casa a rebosar llena de maletas, de bolsas, de bultos y, sobre todo, de ilusiones. Personalmente me empeñé en vivir en un presente continuo, con conciencia plena, consciente en cada instante. Será por aquello que decía la canción «solo se vive una vez» y, puedo afirmar con satistacción que así ha sido.

Respecto al avituallamiento e infraestructura doméstica, nos organizamos bastante bien y nos apañamos para poner la ropa de la novia a buen recaudo -por si acaso fuera verdad el dicho de la mala suerte- apartada de la vista del futuro cónyuge quien, a su vez, también ocultó la suya. A ratos, lucíamos zapatos nuevos  para andar por casa e ir haciendo el pie o ensayábamos el baile. Sobra decir que con aquellas pintas más que bailar tocaba reír. Y así han ido pasando los días, entre anédotas, sonidos de chanclas, consultas,  puestas en común, llamadas de teléfono, encargos, compras, paquetes que llegaban, pruebas de vestidos, ropas enfundadas, preparativos, nervios, secretos, confidencias, risas, lloros de alegría, idas y venidas y altas dosis de complicidad aderezada con multitud de sentimientos y emociones a flor de piel…

Hemos tenido la oportunidad de conjugar infinidad de verbos: planear, hablar, confiar, soñar, confesar, compartir, reír, llorar, comprar, comer, recordar, ensayar, escribir, envolver… Y realizado multitud de acciones, entre ellas, hacer trenzas a mi hija antes de ir a la playa, además de tomar el sol, largas sobremesas, salir a desayunar churros y, cómo no, recordar aquellos maravillosos años de infancia, de colegio, de juegos…Nos empecinamos en vivir la espera sin prisas aunque sin pausas. Viviendo con toda la lentitud que el reloj nos permitía, sin rebajar un ápice de entusiasmo o pasión. Dejando que los días se deslizaran solos sobre el calendario a su ritmo natural, sin intentar acelerarlos o adelantarlos… Sin ansiedades ni zozobras, con la seguridad y la certeza de que llegaría como llega todo. Y así, poco a poco, hemos ido saltando de fecha en fecha, sin arrepentimiento, ni ansias, ni anticipación…

Quienes me leen conocen de sobra mi admiración por los clásicos y saben que siempre he defendido la sabiduría de los griegos. Cosa que declaro a la luz de las opiniones de reconocidos académicos e intelectuales que lo descubrieron antes que yo, naturalmente. El argumento de fondo es bien sencillo: una cultura que descubrió el «amor por la sabiduría» y dio a luz a las grandes personalidades consagradas a forjar las bases de nuestro pensamiento occidental, no podía sino dejarnos el inmenso legado de sus juicios, discernimientos, reflexiones y algunas de sus conclusiones. Por eso sé que si ellos defendieron y se inclinaron por recrearse en la vivencia de las ‘vísperas’ (del latín «vespĕra» que quiere decir la tarde), preámbulo o antesala de cualquier gran festividad por algo será, entre otras cosas, porque una vez llegado el ‘día del evento’, la experiencia nos ha enseñado que el tiempo transcurre con tal fugacidad que nos pasa casi inadvertido, de puntillas, como si nos pillase distraídos o desprevenidos, sin darnos cuenta…

En fin, solo puedo añadir que ha sido un verano para recordar; Intenso, indeleble, inconmensurable, sempiterno, imborrable…Aunque, a veces, algunos recuerdos nos nublaron la vista y humedecieron los ojos para luego, dibujarnos amplias sonrisas. Y, lo más importante: estuvieron todos, incluso quienes faltaron y los permanentemente ausentes,  a quienes trajimos con nuestro recuerdo para reírlos y llorarlos con lágrimas buenas, amables, sinceras, plenas de amor y respeto…

Ya lo dice la canción de fondo, de vez en cuando la vida nos regala momentos inolvidables que pasan a formar parte de algún ciclo en nuestra memoria. Instantes de plenitud que nos abstraen de la realidad cercana, nos elevan, trascienden, nos llenan de nostalgia y, sobre todo, nos permite tomar una bocanada de aire y degustar un sorbo de ese elixir que tanto se prodiga llamado «felicidad», el néctar de los dioses, del que aún saboreamos los restos retenidos entre los labios…

Momentos efímeros tras los cuales toca, de nuevo, poner los pies en el suelo y retomar lo cotidiano, mientra comienza a sonar la vieja melodía invitándonos a ‘volver a empezar’, porque la vida sigue imparable sin que podamos retener ningún instante…

Regresa ‘la pensadora gaditana’ con energá renovada, satisfecha del deber cumplido…Nos vemos en el siguiente post… Eso espero…

En off…

Fotografía: mp_dc

Tal vez este sea el post especial-verano. Seguramente. Y con él la voz en off de quien suscribe se tomará un receso hasta septiembre. En breve la casa se llenará de voces, de sonidos de chanclas, de idas y venidas y largas sobremesas… La familia llega deseosa del descanso, de la playa, de los mimos…Ansiosa de los sabores y aromas de la infancia, de los besos y abrazos que escasean el resto del año…Confieso necesitar también esas sinergias con las que se nutren y refuerrzan los vínculos y los afectos, a pesar del jaleo y el cansancio que acarrean… Y, si bien es verdad que ningún verano es igual a otro, esta vez lo está siendo con más motivos y fundamentos…

Julio, abrasador, va agotando los días y nosotros con él, al tiempo que transitamos una durísima canícula acentuada por las olas de calor de un verano climáticamente peculiar donde los haya… Ya sabía yo, desde que comenzó el año, que sería especial y diferente, porque mi familia se prepara para un gran evento: la boda de mi hija, de mi única hija. La misma a la que dediqué la entrada titulada ‘La niña de mis ojos’. Esa que ayer mismo (metafóricamente hablando) sostenía entre mis brazos vestida con un faldón blanco y un jersey rosa que le tejió mi madre… La pequeña de los tres, a la que sus hermanos, aliados en el juego, hacían rabiar provocando sus quejas y lloros absurdos y caprichosos… Ella, tan presumida y coqueta, intentando decidir su ropa para el cole desde los tres años, imponiendo sus criterios estilistas desde la adolescencia… Siempre tan apegada a mí y yo tan empeñada en que fuera independiente, capaz, resolutiva y solvente en todos los sentidos, tal y como ha sido… Y si tuviera que destacar algunas de sus cualidades, diría que es una mujer inteligente, resiliente, fuerte y sincera a lo que sumo una bondad natural, a veces oculta tras alguna que otra ráfaga de visceralidad… Por supuesto tiene sus defectos, varios, pero una madre nunca los desvelaría, ni siquiera a los suyos…

Nuestras primeras transiciones familiares las hicimos en otra localidad, en una casa más pequeña, nuestro ático, aquel que todos recordamos como un lugar ligado a cierta magia porque todos y cada uno realizamos algún sueño. Allí abundaron más las risas que los llantos y sobre todo reinó la inocencia, la ilusión y la esperanza…

Luego llegaron los cambios, algunos inesperados. Y las mudanzas, porque la vida es larga y las exige. Y en todos estos recorridos las madres, desde el vagón de máquinas, procuramos una buena conducción, hacemos lo que podemos teniendo en cuenta, como dice una amiga, que los hijos no traen un ‘manual de instrucciones bajo el brazo’, a lo que añado que nadie puede predecir el futuro… O sea que repetiré frase: aprendemos aprendiendo. Ensayo-error, intuiciones, pálpitos, decisiones equivocadas, piedras en el camino con las que tropezamos, a veces, más de una vez…Y así, tropiezo tras tropiezo, como si de un milagro se tratara, de vez en cuando se produce un acierto…Y entonces respiramos hondo agradecidas…

Pero el tiempo pasa demasiado rápido. Y pasan las quejas porque no dejan dormir los fines de semana, los disgustos del cole, las tareas de las tardes de invierno, los programas infantiles de la TV, las preocupaciones de la adolescencia…Hasta que un buen día al despertar, resulta que ya no se les oye gritar, ni reírse, ni pelearse, aunque siguen en casa, acostados en sus camas, durmiendo la mañana porque vivieron la noche. Y aquellos cuerpecitos diminutos que antes arropabas se han hecho grandes y fuertes. Han dejado de ser niños…Renglón seguido, apenas un segundo después, la casa se sumerge en un silencio casi definitivo porque ya no viven con nosotros: La gallina abre sus alas para dejar ir a sus polluelos, ley de vida. Para entonces, la casa se vuelve grande y espaciosa. Es una nueva  transición: el nido vacío.

Y una suma y suma arrugas en la piel y cicatrices en el alma. Inventa nuevas vidas, se reinventa, cosecha sueños que quizá, solo quizá, un día pueda compartir, aunque ya prevea que no queda mucho tiempo para sueños…Porque el mundo gira y gira sin parar, sin que sepamos qué nos depará cada vuelta, cada cruce de camino o cada puente cruzado…

La gente de mi entorno me pregunta si estoy feliz por la boda. Claro que lo estoy. Por mí, por ella, por ellos y porque tengo la suerte de ser partícipe de una ilusión que comparto y contemplo en primera fila… Aunque inevitablemente, el recuerdo de quienes no están, acuda a mi memoria devolviéndome un sabor agridulce que asumo con dignidad…El sabor de la vida vivida…

Durante un tiempo los hijos creemos que nuestras madres están protegidas o blindadas por una especie de halo de eternidad. Pensamos incrédulos, que nunca nos faltarán -les faltaremos- que siempre estarán -estaremos-… Pero la experiencia nos dice que así no funcionan las cosas…Y ese día llegará también para mí. Para entonces (ojalá sea más tarde que pronto) a mi hija le diría que siento no haber sido eterna ni atemporal, aunque nunca se quedará sola, porque mi sangre fluye por sus venas y mi ADN nos ha proporcionado algunas sinergías que nos unirán a través de la memoria… Porque en verano se refrescas los pies antes de acostarse, porque no es persona hasta que desayuna…Y tiene la manía de cubrir con un paño el sofá. Le gustan los tonos neutros, la tortilla de patatas y las croquetas y, en verano, se tapas medio cuerpo con las sábanas…Igual que yo…

En fin es el momento de brindar por la salud y la felicidad de los novios. Que les vaya bonito, que la confianza, la comprensión y el repeto les guíe en las adversidades y el amor sea la argamasa que siempre los una…

¡Feliz verano a todos! ¡Nos vemos a la vuelta!

This is us (‘Así somos’)

Imagen Internet
The Forever Now (This is us)

Pertenezco a la generación ‘analógica’. Creo que en alguna ocasion escribí sobre mi primera cámara (Kodac) y mis primeros pasos por la senda del arte de la fotografía, en la que me inició mi padre. O sea que el asunto digital e informático me salió al encuentro y, al igual que otras muchas, lo solventé a base de aprender aprendiendo. Soy autodidacta, aunque con algunos cursitos como punto de partida. Un conocimieno que ahora viene predeterminado en los niños desde su nacimiento… No obstante sí que viví la expansión de la televisión con sus dos canales: UHF y VHF. Nunca supe qué significaban esas siglas ni en qué se diferenciaban exactamente. Hoy sé que son dos receptores cuya diferencia estriba en el número de megahercios… También recuerdo que la TV no emitía todo el día, que por las tardes había programas para niños (los Chiripitiflaúticos, el Capitan Tan y Valentina…) que me mandaban a la cama cuando una niña llamada Cleo y sus hermanos lo ordenaban, que esperaba a que salieran las imágenes viendo la carta de ajuste y que a las 24.00 la pantalla se oscurecía o se llenaba de gránulos negros y blancos hasta el día siguiente… Eran otros tiempos…

Los siguientes recuerdos son las series. Y es que antes, mucho antes que se inventaran las plataformas yo ya era una forofa. La afición puede que se viera favorecida por mi ineptitud para trasnochar desde que era una joven adolescente. Entonces la hora de volver a casa se corresponde con la franja horaria en la que hoy en día los jóvenes salen…Y esa incapacidad para el noctambulismo me impedía estar despierta hasta el final de las películas y largometrajes… Así que casi nunca los veía, y eso que no había tantos cortes publicitarios… Las seríes emitían un capítulo semanal y de menor duración: Misión imposible, Los Vengadores, Starsky y Hutch, Los ángeles de Charly, Colombo, Koyac y muchas más que no recuerdo…Series memorables, algunas en actual reposición que aún perduran en mi memoria…

En la actualidad creo que pasé de ‘forofa’ a ‘serieadicta’, en consecuencia, usuaria de alguna que otra plataforma y como antaño, mayor consumidora de series que de cine. Y es que para mí el cine tiene su ritual y lo disfruto más en la gran pantalla. El rito o protocolo comienza con la quedada que significa socializar, co-pensar la película, consensuarla, acordar la sesión, establecer un punto de encuentro, ver el pase y luego debatir en torno a una cerveza o degustando un buen vino…La serie es más casera. Implica sofá o butaca, palomitas de microondas (si procede) y si es invierno, mantita y acurrucarse… Dos opciones para combinar. Una y otra tienen su momento y requieren sus condiciones… Son, por tanto, dos maneras de disfrutar de la pequeña y la gran pantalla…

Y de eso quiero escribir, de una serie de la pequeña pantalla. Porque esta semana colgaron en Amazon Prime el último episodio de la sexta y última temporada de la serie This is us. Seis temporadas que analizan y desvelan la trayectoria familiar de cuatro generaciones a través de sus principales protagonistas, siguiendo el método de la prosopografía histórica ( o biografías colectivas). El relato familiar se reconstruye siguiendo un mirada restrospectiva que conjuga y alterna continuamente el presente con el pasado. Una técnica con la que el director conduce a los espectadores hilbanando magistralmente las historias, coordinando los hechos, superponiéndolos, jalonando las escenas de tal manera que los 60 minutos pasan volando…

Corría el 2017 cuando se estrenó la primera temporada. Comencé a verla dos o tres años después y me enganchó. De hecho creo que vi dos temporadas seguidas. Y es que los Pearson se dejan querer desde el primer capítulo.

Al principio pensaba: «en cualquier momento, me sorprenderán con la clásica americanada y se me quitarán las ganas de seguir viéndola». Pero no. Aunque puede que a los cinéfilos con solera, acostumbrados a las emociones fuertes, les parezca algo ñoña o floja…Cuestión de gusto…

La historia puede parecer rebuscada y llena de extrañas coincidencias que , en realidad, no lo son: un niño muere al nacer al tiempo que otro de color viene al mundo y es abandonado en una Estación de Bomberos, donde uno de ellos -que no puede tener hijos- lo recoge y se lo lleva a casa con la esperanza de poder quedárselo y reconstruir así su maltrecho matrimonio…Pero ante la negativa de su mujer lo entrega al mismo hospital donde los Pearson han dado a luz a sus trillizos, uno de los cuales falleció en el parto… La complicidad del médico, la idea de volver a casa con dos cuanto todo estaba preparado para tres, mueve el corazón y la generosidad de la pareja que acaba acogiendo al bebé de color como un hijo más… Este es el nudo gordiano, el meollo, el fundamento, el eje central que articulará la serie, el quid en torno al cual giran los relatos adyacentes que van surgiendo a lo largo y ancho de la vida ( y de las vidas) de los Pearson

A priori podría pensarse ¡qué casualidad! Y sí, puede que haya muchas coincidencias que no casualidades. Personalmente no creo mucho en ellas, pero sí en la ‘causalidad y sus leyes’. Y creo que la serie es un reflejo de lo que suele suceder en la vida real, solo que nosotros no podemos tener una perspectiva global sino sesgada…Nadie puede observar la realidad completa, por todos los lados a la vez. Solo observamos el trozo que tenemos delante… Y, a veces, sucede algo esencial para nosotros que percibimos aislado, pero que que en realidad está ligado y se produce simultáneamente, diacrónicamente a otros hechos que nos pasan desapercibidos e ignoramos… Y esa sucesión de acontecimientos producidos a las par, en perfecta sincronía pero no desligados, pueden definir o decidir toda una vida…La serie podria haber tenido otras deribadas y derroteros si el director hubiera querido mostrar otra historia. Pero este punto de partida resulta vital en la trama de todos los personajes, cuyas vidas veran condicionadas y marcadas…

Como la vida misma, la serie contiene muchos ingredientes e invita a reflexionar sobre la fugacidad de la vida. Sobre la imporancia de lo cotidiano sin perderse en lo extraordinario. Tener un hijo superdotado o estrella de Hollywood no es la cuestión más relevante, lo verdaderamente importantes es la felicidad, en misnúscula, esa que no necesita música de fondo ni que salten chispas… Nada ni nadie es perfecto, por eso los Pearson muestran sus debilidades, sus miserias, sus traumas, sus dependencias, sus secretos, sus mentiras… Por encima de todo, el amor, el cariño y el respeto los mantendrá unidos…

En definitiva, frente a tanta ficción, guerras, asesinatos y futurismo, se agradece una serie que entretiene, relaja e invita a pensar…Y de fondo, por si no fuera ya bastante, suena buena música en las voces de Rebeca y Kate…

This is us, junto a otras pocas elegidas, perivivirá para siempre en el Olimpo de las ‘grandes series’…En mi modesta opión, claro

Las ‘misteriosas mariposas del almas…’

Imagen Internet

Superados los primeros efluvios de un estío anunciado antes de tiempo y con una ola de calor anterior al solsticio, el verano se consolida y nos sorprende de nuevo con una segunda ola de aire cálido subsahariano que nos acompañará algo más de una semana… Temperaturas infernales que nos roban la energía, nos obligan a vivir como zombis deambulando de acá para allá  y nos inducen a permanecer guarecidos a la sombra. Para combatir el sofoco todo vale: desde el aire insuflado por un simple abanico o un trozo de cartón, pasando por permanecer encarados frente a los aspavientos de un ventilador o bajo los chorros de una brisa gélida -que pagaremos a precio de oro- procedentes de potentes aparatos de aire acondicionado. Esto último, por cierto, solo al alcance de algunos porque, aunque el calor sea el mismo para todos, no todos pueden combatirlo de la misma manera…

Y ha sido en esa vigilia de largas noches insomnes, en las que el reloj parece que no corre, cuando mi cabeza -la ‘loca de la casa’ que decía Santa Teresa- no ha dejado de dar vueltas y vueltas, ya sea para entretenerse revisando una y otra vez el pasado, ese que ya no tiene regreso, el mismo que tantas veces nos da una punzada y nos hace cerrar los ojos deseando regresar y cambiarlo, ya sea para proyectar un futuro, cada vez más a corto plazo, cada vez con más respeto y expectativas más realista, cuando una cae en el análisis de conciencia y piensa incluso en la situación actual ecónómica, geopolítica, climática, etc… Pensamientos que sobrevienen (supongo) impelida por las constantes noticias de la prensa, la radio o la TV. Una vorágine de ideas y un marasmo de imágenes que suelen acechar en esas horas rezagazadas del descanso, que llevan a cuestionarnos el sentido de la vida y hace que una acabe preguntándose qué puñetas está pasando, que mierda de sociedad y de planeta le va a dejar a sus nietos y demás congéneres…

Razones no faltan:: incendios forestales, fenómenos naturales anormales que desecan la tierra y deshacen los glaciares y, como guinda, una inflación de no te menees y una guerra que parece ir para largo, con las consiguientes consecuencias…Así mismo, el panorama nacional es igualmente desolador. Desde hace unas cuantas semanas la radio y la prensa, nos ameniza las mañana con reveladoras conversaciones entre un comisario corrupto y diferentes miembros del principal partido de la derecha, hoy en la oposición ¿Y qué? -Me pregunto-. No-pasa-nada -me respondo-. Hablamos de asuntos de extrema gravedad ejecutados por antiguos ministros y acólitos, que gozan en la actualidad de los privilegios inherentes al cargo que desempeñaron, descubiertos en flagrantes mentiras, manipulaciones, complots y conspiraciones varias, con el fin de desprestigiar y aniquilar a sus adversarios políticos y, de paso, atentar contra a democracia (y ahí entramos todos).

Pero estamos cansados porque hemos sido bombardeados con noticias como esta desde hace demasiado tiempo y parece que todo nos resbala o funciona como un ‘disco rayado’. Vamos que oímos pero no escuchamos. Porque la escucha requiere atención y hemos dejado de prestala exhaustos, descreídos y desafectados… Hemos acabado adaptando el oído a ese murmullo de fondo. Y eso, los causantes de semejante tropelía, lo saben y se aprovechan. Aguantan el chaparón y esperan medio camuflados a que pase la tormenta o encienden y avivan un fuego enemigo para distraernos… Ek círculo está trazado…La estrategia es conocida, pero no sirve de nada…

Está claro que el mundo necesita solidaridad, empatía, compasión, generosidad y líderes carímaticos capaces de gobernar para todos, con menos ego y que además sepan gestionar el planeta…Un nuevo contrato social que contemple compromisos más igualitarios y tenga en cuenta a los que menos tienen que son muchos más y siempre son los que acaban pagando, los ignorados, los silenciados, los miserables…Pensar esto me pone de muy mala leche porque me indignan los hechos pero también la pasividad ciudadana que calla (mos) y, en consecuencia, otorga (mos)…

En el silencio de algunas noches largas y tórridas, pienso que estamos hartos de que nos mientan, nos manipulen, nos engañen y nos traten como a ignorantes…O al menos eso siento yo…

En El Príncipe de Maquiavelo encontré una cita importante que viene a colación : “Cuando veáis al servidor pensar más en sus propios intereses que en los vuestros, y que interiormente busca sus propios beneficios en todas las cosas, ese hombre nunca será un buen sirviente, ni jamás podréis confiar en él …”. Ahí la dejo…

Y en mi humilde condición de aficionafa bloguera, considero que hace falta mucha pedagogía y formación ciudadana, cosa nada interesante para quienes pretenden gobernar únicamente para ‘los suyos’. Los políticos a los que elegimos, olvidan que están obligados a rendirnos cuenta y hablarnos desde la verdad, sin eufemismos y, sobre todo, sin engaño. Hablar con palabras sencillas y accesibles y no con claves y códigos que la ciudadanía no está obligada a saber interpretar, por muy versada que sea…

El célebre Ramón y Cajal, padre de la neurociencia, además de científico fue un magnífico divulgador. Por cierto, cosa nada fácil. Y para acercar la ciencia a un público bastante menos iletrado y formado que el de ahora, acudía a constantes, sencillas y maravillosas metáforas. Un recurso retórico que consiste en trasladar (de hecho la palabra ‘metaphöra’ en latín significa eso, ‘trasladar’) el significado de un concepto a otro, estableciendo una relación de semejanza o analogía entre ambos término. Pues bien, Cajal cuando hablaba de las neuronas las llamaba ‘las misteriosas mariposas del alma’ que se comunican unas con otras mediante ‘besos’. Exactamente así lo explicaba: «las neuronas son células de formas delicadas y elegantes, las misteriosas mariposas del alma, cuyo batir de alas quién sabe si esclarecerá algún día el secreto de la vida mental». Es de suponer que la metáfora de las mariposas se le ocurrió gracias a otra de sus grandes pasiones: la entomología.

Ahí lo tienen: todo un Premio Nóbel buscando la manera de hacer entender un mecanismo biológico tan complejo como es el funcionamiento de las neuronas, a un público profano, movido por la pasión de lo que hacía, el afán de dar a conocer su trabajo y el deseo de hacer avanzar a la sociedad y revolucionar el mundo…

Mientras recordaba el artículo decidicado al Premio Nóbel español, no podía dejar de repetir esa preciosa metáfora: «Las misteriosas mariposas del alma…» «…Neuronas que se comunican besándose…» Me parecio un simil demasiado poético para los varios unineuronales que andan sueltos, un especímen que se reproduce a una velocidad sumamente peligrosa… Y pensé: los uninerunales no tendrán a quien besar…Triste…

En fin, todo esto girando en mi cabeza a velocidad de vértigo hasta que Morfeo me hace el enorme favor de rescatarme, acogerme en su seno, acunarme y velar mis sueños…

La ‘alfombra roja’: más allá del protocolo, una metáfora…

«En su tono más puro el rojo expresa sensualidad y energía, Considerado símbolo de una pasión ardiente y desbordada. Por su asociación con el sol y el calor es un color propio de las personas que desean experiencias fuertes» (El color rojo).
Fotografía: mp_dc

Hace apenas unos días celebré mi cumpleaños…Bueno, celebrar, celebrar, lo que se dice celebrar, tal y como generalmente se entiende no, pero sí que hubo festejo en petite comité y por todo lo alto. Andaba yo con el ánimo bajo, un tanto reflexiva y nostágica. A estas alturas de la vida cada año cuenta, de manera especial en una coyuntura tan compleja e incierta como la actual. Será por eso que una se siente agradecida por estar viva, gozar de buena salud y tener un plato que llevar a la mesa. No obstante a nadie le amarga un dulce. Quiero decir, que si no tienes nada planeado y te sorprenden, pues mejor que mejor…Y, la verdad, me sorprendieron muy gratamente con una visita inesperada. Como soy más de salado que de dulce y quien me obsequió me conoce de muchísimo tiempo, acertó de pleno con el regalo: un exquisito y delicioso pastelito. Desde el envoltorio al relleno, el pastelito resultó pecato di cardinale, aderezado con productos salados, sabrosos, ricos, mezcla de varios sabores, que desprendían aromas agradables y estimulaban el apetito. Todo natural, artesanal, adornado con una pizca de mermelada de fresa con la que, por cierto, me manché las manos y el mantel…Un pastelito del tamaño justo, a mi medida, como para que no me quedara con hambre pero que tampoco me saciara del todo y que me quedaran ganas de repetir…O sea, perfectamente amoldado a mis gustos culinarios. Y claro, como está feo comer sola, lo compartí y lo disfruté, como se suele decir, en amor y compañía… Siguiendo la tradición soplé una vela, pedí un deseo para mí y mucha salud para todos, en particular, para quienes nos quieren. Así que desde este foro tan personal te doy las gracias querida…Por la compañía, el detalle y el gesto de cariño…El sentimiento es mutuo, lo sabes. Sólo me resta añadir que, aunque falte todo un año para el próximo aniversario, te prodigues menos y me visites más…Por mi parte siempre estaré dispuesta a compartir cualquier presente que se te ocurra, aunque no sople velas y aunque no siempre lo elaboren tus manos…

En fin, eso fue todo, que fue mucho más de lo que esperaba. Y aunque hubo ausencias irremediables, vacíos inexorables y olvidos que no interpreto de mala fe -lo digo sin acritud- el resto de la jornada transcurrió tranquila, salpicada de llamadas, wasaps y felicitaciones de familiares y amigos… Y ya está: desde ese día tengo un año más…A saber qué me depara…He aquí la metáfora…

Y ya al margen de este pequeño homenaje de reconocimiento y exaltación de la amistad, con las contradicciones del color rojo, seductor y cruel a la vez, rondándome la cabeza, no sé si por alguna suerte de asociación o por arte de birlibirloque, me asaltaron a la memoria imágenes de esas largas alfombras rojas desplegadas en los grandes eventos. Instantáneas a modo de flashes, probablemente sobrevenidas al calor de las recientes noticias sobre las diversas recepciones que han tenido lugar durante la Cumbre de la OTAN en Madrid. Y es que nada imprime tanto glamour a cualquier evento como una extensa alfombra roja, deslizada cual largo sendero, a la entrada de una institución, mansión, palacio o edificio, sede de algún acontecimiento excepcional… Pero vayamos por parte ¿De dónde procede esta tradición? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Cuál es la metáfora?

Como casi siempre hemos de remontarnos a los clásicos para comprobar que la primera mención a la ‘alfombra roja’ aparece en el siglo V a. de C., en la tragedia «La Orestíada», escrita por el poeta y dramaturgo griego Esquilo. En dicha obra, Clitemestra,  mujer de Agamenón, espera el regreso triunfante de su marido desde Troya y, para que sus pies no se posen directamente sobre el suelo, ordena a sus criados que extiendan una moqueta carmesí que lo conduzca hasta su casa. Y así insistía a su servidumbre: Esclavas, ¿por qué demoráis dar cumplimiento a la orden que se os ha dado de alfombrar el suelo por dónde ha de pisar? ¡Que quede al momento el camino cubierto de púrpura para que la Justicia lo lleve a una mansión inesperada… 

Hemos de recordar que el color púrpura era difícil de obtener -cosa que se comprende teniendo en cuenta que se elaboraba a partir de las secreciones de caracoles marinos- razón por la cual sólo se teñían de este color telas muy costosas, muy especiales y muy caras, fuera del alcance del común de los mortales, de ahí que el color simbolice nobleza y fuera exclusivo de los emperadores o césares y después de los cardenales de la iglesia católicas y Príncipes de la Iglesia…Otra metáfora…

En Europa Oriental, si bien las primeras muestras de ‘alfombras rojas’ aparecen en Siberia allá por el siglo V,  no fue hasta el XII cuando empezaron a llegar a  Europa, imponiéndose como signo de distinción. En las pinturas del Renacimiento a menudo se muestran tapetes y tapices predominantemente de color rojo, dispuestas a los pies de tronos o estrados donde se colocan gobernantes o figuras sagradas.

De la Grecia Antigua el color púrpura pasó a ser exclusivo de los Césares en Roma y, muy porteriormente, en el siglo XIX, concretamente en 1821, se dio la bienvenida a Georgetown al Presidente de los Estados Unidos James Monroe, colocando una dicha moqueta en su recibimiento, algo que desde entonces ha marcado la etiqueta de protocolo en la diplomacia.

Más tarde, ya en 1902, el ferrocarril New York Central Railroad desplegó pequeños tapetes carmesíes para guiar a sus pasajeros hacia los vagones. Desde entonces, las compañías que se vanagloriaban de tratar bien a su pasaje crearon el concepto red carpet treatment (trato de la alfombra roja). Esta fue la génesis de otros tratos de distinción, como por ejemplo los vagones VIP… Fue a primeros del siglo XX cuando la famosa alfombra acabó imponiéndose en eventos de la talla de la entrega de los Oscars…

Como curiosidad la alfombra roja más larga del mundo mide 6.358,60 metros y fue expuesta y usada en las calles de la ciudad de Almería, con el fin de lograr entrar en el Libro Guinness de los récord, tal y como sucedió…

Y así fue como los tapices carmesíes quedaron ligados a los rituales de protocolo como seña de identidad de la gente principal, una metáfora de pertenencia a la creme de la creme, de las altas personalidades del mundo de la política, la aristocracia, los Jefes de Estado, la realeza y también de las estrella de cine y demás miembros prestigiosos del papel couché…Más allá de un simple tapiz, es una pasarela por la que desfilan personalidades instaladas en esferas superiores, las más de las veces, fuera del alcance de los mortales de a pie, de la gente de la calle, de la ciudadanía corriente y moliente que, como mucho, contempla , admira y, en ocasiones, envidia…En definitiva la ‘alfomvra roja’ se convirtió en un símbolo, un escaparate por ponde pasean y posan hombres y mujeres luciendo sus mejores galas, conscientes del papel mediático, del poder e influencia que representan. Por ende, el protocolo impuso sus propias reglas a fin de facilitar un desarrollo correcto y exacto de cualquiera de los acontecimientos que requieran el uso del mencionado tapiz…

«Desfilar por una alfombra roja, no solo tiene el componente material del vestuario y los complementos que se lucen sino que supone poner en valor la forma de caminar, de expresarse, de gesticular, de mirar… En definitiva, saber moverse con elegancia, con estilo y saber estar en todo momento…» Puntualidad, gestos y movimientos prudentes, elegancia, amabilidad, educación, diplomacia y cortesía, conforman un pequeño listado de aptitudes a tener en cuenta por quienes protagonizan el ‘paseillo’.

En definitiva el color rojo, el primero del arcoiris, tan terrorífico como atractivo, tan sensual como despiadado, cuyo significado se ha intentado desvelar desde la física y la óptica pasando por la magia y la alquimia, parace que permanece ligado a las civilizaciones y denota un enorme peso cultural. Así, en India, corresponde al principio universal de la acción, al calor luminoso del fuego. En Japón, es usado casi exclusivamente por las mujeres, como símbolo de felicidad y de autenticidad. En China es el color de la vida, del fuego, de la sangre y de la unión, y en Egipto está asociado, junto con el verde, a Hator y a Isis como diosas madres, dadoras de vida, de protección y calor a todos sus hijos.

Y en el ámbito de lo cotidiano, una rosa roja simboliza pasión y se regala entre enamorados…Y en Fin de Año el rojo de la ropa interior, según dicen, parece que da suerte…A lo mejor es verdad que todo depende del color del cristal con que se mire…

Y ustedes, ¿qué opinan?